En Cuba, la inseguridad ya no es solo un tema de rumores en la esquina o de chismes de barrio: cada vez hay más casos que salen a la luz. Esta vez, el escenario fue Mayabeque, donde un hombre terminó con una condena de 10 años de cárcel por entrar a robar a una vivienda en Güines y amenazar a un padre y su hijo con un machete.
El caso fue parte del llamado IV Ejercicio Nacional de prevención y enfrentamiento al delito, una iniciativa oficial que supuestamente busca reforzar la “tranquilidad ciudadana”. La noticia la dio el tribunal provincial, que además de la condena principal incluyó sanciones accesorias: privación de derechos públicos, decomiso del machete utilizado y prohibición de salir del país hasta cumplir su tiempo tras las rejas.
Lo curioso es que la audiencia fue presentada como “ejemplarizante” en la televisión local, es decir, con ese aire de escarmiento público para que todo el mundo vea lo que pasa si se sale de la línea.
Según los reportes, el incidente ocurrió en el patio de una vivienda en Catalina de Güines, cuando el acusado se coló con intenciones de robar. Al ser sorprendido por los dueños de la casa, reaccionó de forma violenta y los amenazó con un machete, poniendo en riesgo la vida de un padre y su hijo. El hecho, ocurrido de madrugada, dejó conmocionada a la comunidad.
La versión oficial recalca que en el juicio se respetaron los derechos procesales y que tanto la fiscalía como el acusado pueden interponer recurso ante el Tribunal Supremo Popular. Sin embargo, muchos en redes señalan que en Cuba los juicios “ejemplarizantes” suelen tener más de propaganda que de justicia real.
Este caso se enmarca en el programa “Cuba Segura”, que arrancó con Miguel Díaz-Canel llamando a reforzar la “tranquilidad ciudadana” y el “orden interior”. Bajo esa campaña, las autoridades también desplegaron operativos contra vendedores informales en varias provincias, especialmente en Holguín, donde decomisaron mercancías y aplicaron multas a quienes intentaban ganarse la vida en la calle.
En paralelo, el régimen ha intensificado la represión contra las protestas. En Gibara, Holguín, al menos 27 personas fueron arrestadas tras manifestaciones ciudadanas, y en Bayamo, 15 manifestantes del 17 de marzo de 2024 recibieron condenas de entre tres y nueve años de prisión.
Por otro lado, fuerzas del Ministerio del Interior informaron que habían recuperado bienes robados en una bodega de Matanzas. No obstante, la preocupación de los cubanos no desaparece, porque cada vez son más frecuentes los relatos de robos con violencia, asaltos y hurtos en plena calle.
Estos episodios no hacen más que encender el debate sobre la seguridad en Cuba. Muchos ciudadanos sienten que la delincuencia va en aumento y que la impunidad es la norma. Y todo esto se vive en medio de apagones, malestar social y protestas en varias provincias. La pregunta que flota es: ¿realmente hay “Cuba Segura” o es solo otro eslogan para tapar una realidad que se escapa de las manos?