Dicen que el amor no tiene edad, y la historia de esta joven cubana lo confirma. En TikTok, @ely_yero compartió su primer “history time” donde contó cómo conoció a su actual pareja, un hombre 25 años mayor que ella, y cómo lograron mantener una relación sólida a pesar de la distancia y los años de diferencia.
Todo comenzó en Camagüey. Ella tenía 23 años y él 48, y fue durante una visita de él a la isla que sus caminos se cruzaron. “Cuando lo vi, pensé: ‘Dios mío, qué blanco tan lindo con aquel pelo negro’”, recordó Ely, dejando claro que la atracción fue inmediata. Aunque muchos podrían pensar que la diferencia de edad sería un obstáculo, para ellos nunca lo fue.
La relación arrancó de manera sencilla: primero como amigos, conectando a través de un grupo común. Pero las conversaciones pronto se hicieron más personales y profundas. “Nunca me había fijado en una persona de su edad, pero sentí algo diferente con él”, confesó la joven. A veces, los vínculos más inesperados son los que terminan siendo los más fuertes.
Lo más emotivo de la historia es cómo se fortaleció su relación durante su proceso de emigrar a Estados Unidos. Ely contó que le habló a su pareja sobre sus planes y que él estuvo pendiente de ella en cada paso, incluso durante su travesía por México hasta que consiguió su cita para entrar al país. Esa presencia constante demostró que, más allá de la diferencia de edad, el apoyo y el cuidado eran lo que realmente importaba.
No es sorpresa que su historia haya generado todo tipo de comentarios en redes sociales. Mientras algunos usuarios se muestran sorprendidos por la diferencia de edad, otros celebran cómo el vínculo se ha mantenido fuerte pese a la distancia y los retos de la vida. Al final, lo que importa es la complicidad, el cariño y la confianza que construyen día a día.
Hoy, la pareja vive feliz en Estados Unidos, y su historia es un recordatorio de que el amor verdadero puede surgir en los lugares y momentos más inesperados. Entre risas, aventuras y decisiones importantes, Ely y su novio demuestran que la edad es solo un número cuando existe conexión y compromiso.