El cierre del Gobierno federal en Estados Unidos no solo sacudió a Washington, también alcanzó a La Habana. La Embajada de EE.UU. en Cuba acaba de informar que reducirá su presencia en redes sociales mientras dure la paralización por falta de presupuesto. Y sí, si estabas esperando actualizaciones constantes en sus cuentas, tendrás que conformarte con información mínima y solo en casos urgentes.
Una pausa digital, pero con excepciones
En un comunicado publicado en X (antes Twitter), la sede diplomática explicó que no actualizarán sus redes de manera regular, salvo para difundir alertas de seguridad importantes. Así que, si algo grave ocurre, ahí sí tendrás novedades.
Pero ojo, no todo queda en pausa: los servicios programados de pasaportes y visas de tránsito seguirán activos “en la medida en que la situación lo permita”. En otras palabras, si tenías una cita, no la des por perdida… al menos por ahora.
¿Qué pasó en Washington?
Este caos se debe al famoso cierre del Gobierno federal en Estados Unidos, que ocurre cuando el Congreso no logra ponerse de acuerdo para aprobar el presupuesto. Y eso fue exactamente lo que pasó: la medianoche del martes se apagaron las funciones “no esenciales” del Gobierno, dejando a medio país en espera.
El Senado ya intentó resolver la bronca con dos propuestas, una demócrata y otra republicana. ¿El resultado? Ambas fueron rechazadas. Los demócratas no consiguieron los votos necesarios y los republicanos se quedaron a cinco de lograrlo.
Curiosamente, dos senadores demócratas —John Fetterman y Catherine Cortez Masto— rompieron filas y apoyaron la propuesta republicana. Ese movimiento dejó claro que la política en Washington está más enredada que nunca.
Choque de prioridades
Los demócratas condicionan su apoyo a que se renueven los subsidios del programa sanitario Obamacare y a revertir ciertos recortes impulsados en la era Trump. Los republicanos, por su parte, acusan a los liberales de querer “premiar” a inmigrantes indocumentados con fondos públicos y aseguran que esos temas deben discutirse después de aprobar el presupuesto.
Mientras tanto, la Casa Blanca ya lanzó la advertencia: vienen despidos masivos en el sector público. Karoline Leavitt, portavoz oficial, responsabilizó directamente a los demócratas y dijo que es la “consecuencia inevitable de la paralización del Gobierno”.
Lo que sigue: incertidumbre y recortes
Russell Vought, director de la Oficina de Administración y Presupuesto, confirmó que en cuestión de días podría ejecutarse el recorte de personal. De hecho, ya enviaron instrucciones a las agencias para identificar programas no esenciales y activar despidos si el cierre se extiende.
Eso sí, no todo se detiene. Áreas como seguridad, Ejército, aeropuertos y la seguridad social seguirán funcionando, pero los empleados no verán un dólar hasta que el presupuesto sea aprobado. O sea, seguirán trabajando, pero sin sueldo.
En medio de todo este panorama, la Embajada de EE.UU. en Cuba se convierte en reflejo de cómo un problema político en Washington puede tener consecuencias visibles incluso a kilómetros de distancia. Y, como siempre, los ciudadanos —cubanos y estadounidenses— son quienes sienten más de cerca el impacto.