En medio del caos político que vive Washington, comenzaron a rodar en redes rumores de que el cierre del Gobierno federal traería cambios en las leyes migratorias de Estados Unidos. Y como pasa siempre en estos tiempos de fake news, la bola creció rápido. Pero este miércoles, el propio Gobierno salió al paso y desmintió categóricamente cualquier modificación en la política migratoria.
La aclaración vino de la cuenta oficial Migración USA Oficial, encargada de informar sobre las medidas para frenar la inmigración ilegal. En su publicación dejaron las cosas bien claras: “No hay ningún cambio en las leyes de inmigración ni en la aplicación de la seguridad fronteriza. Cruzar sin autorización sigue siendo un delito”.
Es decir, que si pensabas que el cierre administrativo abría las puertas mágicamente, nada más lejos de la realidad. La frontera sigue bajo vigilancia estricta y cualquier rumor que diga lo contrario es pura mentira.
Ahora bien, aunque la política migratoria se mantiene intacta, el cierre sí ha golpeado la forma en que los organismos se comunican con la gente. Por ejemplo, la Patrulla Fronteriza en el sector Del Río, Texas, anunció que su cuenta no se actualizará hasta que se apruebe un nuevo presupuesto. Lo mismo pasó con la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica), que suspenderá sus redes sociales excepto para temas de seguridad vital, como alertas del clima.
Un cierre con impacto en millones
El cierre del Gobierno arrancó a las 00:01 del miércoles, después de que el Congreso no lograra aprobar un presupuesto temporal. Es el primero en casi siete años y amenaza con tener consecuencias mucho más profundas que los anteriores.
El choque entre demócratas y republicanos gira en torno a subsidios de salud y recortes de gasto impulsados por Trump en su segundo mandato. Lejos de buscar acuerdos, el expresidente aumentó la tensión con burlas en video y declaraciones lapidarias contra sus rivales.
La Casa Blanca ya advirtió que podrían producirse no solo suspensiones de empleo sin salario, sino también despidos permanentes. Y Trump no se quedó callado: aseguró que durante el cierre se pueden tomar medidas “irreversibles” contra los demócratas.
Lo que sigue funcionando (y lo que no)
Hay servicios esenciales que se mantienen: Patrulla Fronteriza, controladores aéreos, correos, Ejército y Seguridad Social, aunque sin pagos inmediatos para sus empleados.
En cambio, programas como educación preescolar con fondos federales, préstamos estudiantiles, inspecciones de alimentos y parques nacionales sienten el golpe desde ya. Incluso el Zoológico Nacional y los museos del Smithsonian cerraron sus puertas.
En salud pública, la FDA advirtió que se concentrará solo en emergencias, dejando a un lado inspecciones preventivas de alimentos. Aunque Medicare y la Seguridad Social siguen pagando por fondos separados, la burocracia podría ralentizarse.
La pelea política en redes
Si algo caracteriza a esta era, es que la política se libra tanto en el Congreso como en Internet. La Casa Blanca colocó un reloj en su web contando las horas del cierre con el mensaje: “Los demócratas han cerrado el gobierno”.
Los republicanos en la Cámara reforzaron esa idea acusando a la oposición de priorizar a inmigrantes indocumentados antes que a los ciudadanos. En respuesta, Kamala Harris fue tajante: “Los republicanos controlan la Casa Blanca, la Cámara y el Senado. Este es su cierre”.
Lo cierto es que más allá de las peleas en X y los comunicados incendiarios, millones de familias estadounidenses ya sienten los efectos de una paralización que no tiene fecha de término.
