Un incendio en una vivienda de Holguín volvió a poner sobre la mesa un problema que ya se ha vuelto rutina en Cuba: las baterías de las motorinas explotando y dejando a las familias en la calle.
El siniestro ocurrió este jueves cerca del reparto Ciudad Jardín y, según medios oficiales, fue provocado por la explosión de una batería de litio que había sido reparada y estaba en proceso de carga. Los bomberos del Comando 25 actuaron rápido y lograron sofocar las llamas antes de que se extendieran a las casas vecinas. Por suerte, no hubo víctimas, aunque la vivienda sufrió daños y los residentes perdieron pertenencias.
Lo que sí quedó claro es que el riesgo con las motos eléctricas en Cuba no se detiene. Cada vez son más los incendios de este tipo, muchos con consecuencias fatales, y la gente vive con miedo cada vez que pone su motorina a cargar.
El problema no está solo en las baterías. Especialistas señalan que las condiciones eléctricas inestables del país, los constantes apagones y la manipulación casera de las baterías agravan la situación. No es secreto que miles de cubanos, ante la falta de piezas originales o técnicos capacitados, recurren a reparaciones improvisadas, porque sencillamente el régimen no garantiza ni repuestos ni infraestructura adecuada.
Los medios oficiales insisten en las recomendaciones de siempre: cargar en lugares ventilados, no dejar la batería conectada toda la noche, evitar cargadores genéricos… consejos que suenan lógicos, pero que en la práctica son casi imposibles de cumplir en un país donde la gente se las ingenia como puede para sobrevivir a la crisis.