Cuando hablamos de salsa, dos nombres siempre se roban la atención: la inolvidable Celia Cruz, nuestra eterna Reina, y su ahijada musical, Linda Bell Viera Caballero, mejor conocida como La India, la Princesa de la Salsa. Ambas forman una dupla histórica, un vínculo artístico y espiritual que traspasa generaciones.
La India nunca se cansa de agradecer a Celia por el legado que le dejó y por el impacto que marcó en su vida. Para ella, la Guarachera de Cuba no solo sigue viva en la memoria de millones, sino que la acompaña cada vez que pisa un escenario. Y eso lo volvió a demostrar en su presentación durante el Festival de la Salsa ¡ATACA SERGIO! All Stars Concert, producido por Sergio George en el Kaseya Center de Miami. Aquella noche, Cuba brilló con fuerza: además del homenaje a Celia, también compartieron escenario Gente de Zona y Leoni Torres.
En una entrevista con la presentadora cubana Samantha Hernández, La India habló con el corazón en la mano. “Celia vive en mí y en todos nosotros”, confesó con emoción, recordando que su relación con la Reina fue mucho más que música. Según ella, hubo algo casi espiritual que las unió: “En otra vida siento que fui de Cuba”, afirmó, dejando claro que su conexión con la isla no tiene explicación lógica, sino mística.
Conmovida, La India recordó lo mucho que Celia significó en su vida personal. “Yo siempre estaba sola, sufría mucho… y ella me dijo: ‘Tú no tienes que sufrir más nada. Después de la lágrima viene el éxito y la alegría’. A ella le debo mi vida”, aseguró entre recuerdos que todavía la estremecen.
Hoy, La India se siente en paz con su rol dentro de la música: es escuchada por nuevas generaciones y quiere retribuir lo que Celia hizo por ella. “Así como ella me abrió las puertas, yo no voy a dejar de apoyar a la juventud”, afirmó con firmeza.
Y aunque reconoce la grandeza de la cultura cubana, también fue contundente en algo: nunca cantará en Cuba. No porque no admire la música de la isla –todo lo contrario, la respeta profundamente–, sino porque sus convicciones no se lo permiten. “Los Van Van, Los Muñequitos de Matanzas… son maestros de la música, y siempre les daré mi amor y respeto en cualquier escenario del mundo. Pero yo no lo haría en Cuba”, sentenció.
Eso sí, dejó un mensaje de esperanza: sueña con ver un pueblo cubano libre y unido, creando música sin barreras. Con un “Ashé para ustedes”, La India cerró con la fe intacta de que ese día llegará.
