La noticia del exilio de José Daniel Ferrer, líder opositor y coordinador general de la UNPACU, ha sacudido a la comunidad cubana dentro y fuera de la isla. Frente a esta decisión, la activista Rosa María Payá no dudó en mostrar su respaldo y lanzar un mensaje contundente: salir del país no es rendirse, sino un acto de resistencia y dignidad.
En un mensaje publicado en X, Payá destacó que Ferrer ha entregado su vida a la libertad de Cuba y que, de permanecer en las mazmorras castristas, su vida correría peligro debido a torturas inhumanas. “Salvarse es un acto de resistencia, es defender la dignidad de todo un pueblo. José no se rinde y nosotros lo acompañaremos siempre”, escribió.
El pronunciamiento llega en medio de crecientes denuncias sobre las condiciones extremas en las que se encontraba Ferrer en la prisión de Mar Verde, en Santiago de Cuba. Desde su página de Facebook, la organización Cuba Decide alertó que el régimen cubano sometió al opositor a tratos crueles y torturas, exigiendo su liberación inmediata. Incluso compartieron un manuscrito del propio Ferrer en el que describía la prisión como “un campo de concentración al estilo nazi”.
Según la carta, fechada el 10 de septiembre de 2025, Ferrer aceptó salir al exilio para proteger a su esposa e hijos, tras años de golpizas, amenazas y persecución. Aunque fue una decisión dolorosa, la presentó como una estrategia de resistencia, dejando claro que su salida no significaba abandonar la lucha por la libertad de Cuba ni permitir que el régimen manipulara su imagen para desacreditarla.
Las reacciones no tardaron en llegar. Activistas como Carolina Barrero consideraron el exilio como “un nuevo terreno de batalla” para Ferrer, mientras el cineasta Lilo Vilaplana le dio la bienvenida con un sentido: “Usted lo ha dado todo por una Cuba libre”. Desde el Observatorio de Derechos Humanos en Cuba, Yaxys D. Cires resaltó su lucha por la democracia y pidió la liberación de todos los presos políticos.
A nivel internacional, la congresista estadounidense María Elvira Salazar calificó a Ferrer como un “símbolo indiscutible de resistencia” y criticó al régimen cubano como “cruel y cobarde”, llamando al mundo libre a no permanecer indiferente ante su situación.
En redes sociales, las opiniones fueron mixtas. Muchos aplaudieron su decisión como una forma de proteger su vida y la de su familia, reconociendo el alto costo personal que ha pagado. Otros lamentaron que un líder de su calibre haya tenido que abandonar el país por un sistema represivo que persiste sin cambios.
Con su salida, José Daniel Ferrer reafirma su compromiso con la lucha por la libertad de Cuba, aunque ahora desde fuera del país. Su exilio no es un retiro, sino una manera de seguir resistiendo, manteniendo viva la causa por la que ha entregado años de su vida y riesgo personal.
