La angustia por el paradero de Doraiky Águila Vázquez, desaparecida desde el pasado 15 de marzo en Lawton, La Habana, volvió a encender las redes este viernes, luego de que circulara un rumor infundado asegurando que había sido hallada sin vida.
La información falsa fue publicada por el grupo de Facebook Noticia del Momento, manejado por Yilian Arroyo, pero enseguida fue desmentida con firmeza por Damnielle Días Fernández, familiar directa de la desaparecida, quien pidió no dejarse arrastrar por las mentiras que solo aumentan el dolor de la familia.
“Esa publicación sobre Dory es totalmente falsa. Lo digo por respeto a todas las personas que desde el principio nos han apoyado en la búsqueda. No se dejen confundir”, aclaró Damnielle en un post. En otro mensaje insistió: “Pido a todos los que nos ayudan que sigan compartiendo. No nos rendimos”.
Siete meses sin respuestas ni acción del régimen
El desmentido llega después de casi siete meses de incertidumbre y frustración. La desaparición de Doraiky, una mujer con episodios de pérdida de memoria transitoria, ha dejado al descubierto la ineficiencia y el desinterés de las autoridades cubanas, que han brillado por su ausencia en todo el proceso de búsqueda.
La última vez que fue vista, la madrugada del 15 de marzo, salió de su casa en la calle Pocitos, en el reparto Lawton, vestida con un traje amarillo y sandalias negras con una franja roja. Desde ese momento, ni una sola pista firme ha sido confirmada.
Su madre, Maura Vázquez, ha denunciado una y otra vez la pasividad de las instituciones. “Ya no pido, no ruego, no imploro. Responsabilizo directamente al gobierno cubano por la falta de resultados en la búsqueda de mi hija”, escribió con contundencia en junio. Días atrás, volvió a manifestar su desesperación: “Se me va la vida esperando a mi hija”, escribió en redes, acompañando sus palabras con súplicas y llamados a la solidaridad del pueblo.
Una familia que busca sola mientras el Estado mira hacia otro lado
Los familiares han ofrecido una recompensa de 350 mil pesos cubanos a quien brinde información certera. También han difundido números de contacto y organizado búsquedas por cuenta propia. Pero el silencio oficial es ensordecedor.
Colectivos feministas como Yo Sí Te Creo en Cuba y el Observatorio de Género de Alas Tensas activaron la Alerta Yeniset, mecanismo que se usa para visibilizar casos de desaparición de mujeres en el país. Sin embargo, sin apoyo institucional, estas acciones quedan cortas ante la magnitud del problema.
Hace pocas semanas, el periodista oficialista Miguel Reyes reconoció que Doraiky podría haber sido retenida contra su voluntad, aprovechándose de su condición mental. Pero, como siempre, la advertencia no se tradujo en acción real.
El silencio mediático del régimen fue tan prolongado que solo el Canal Educativo —uno de los menos vistos del país— transmitió un breve mensaje a petición de la madre. Una respuesta tan tibia como inútil ante la gravedad del caso.
“No queremos rumores, queremos justicia”
El desmentido de este viernes deja en evidencia cómo las noticias falsas solo entorpecen una búsqueda ya marcada por la negligencia estatal. La familia pide que la atención se centre en lo verdaderamente importante: encontrar a Doraiky y exigir que las instituciones cumplan su deber.
La reacción tardía del régimen, empujada por la presión ciudadana, demuestra que en Cuba las autoridades solo actúan cuando la gente grita demasiado alto. Pero el pueblo ya está cansado de esperar milagros de un sistema que ni protege ni responde.
Doraiky Águila es madre, hija y esposa. Sus dos niños siguen esperando que vuelva a casa. Y mientras el gobierno cubano sigue mirando hacia otro lado, su familia y amigos se niegan a rendirse.
La historia de Doraiky no puede quedar en el olvido, ni ser otro nombre más en la lista de mujeres desaparecidas que el régimen prefiere enterrar en el silencio.