Una empleada de ETECSA en Cienfuegos destapó otro de esos abusos que el régimen trata de esconder bajo la alfombra: la empresa estatal les descuenta el 10% del salario de estimulación a quienes no se pliegan a su propaganda en redes sociales. Sí, así mismo, el “premio” ahora depende de cuántos tuits repitas de la línea oficial.
“Nos están quitando el 10% de la estimulación si no retuiteamos cosas de política y publicaciones de ETECSA. O sea, ya es obligatorio”, contó la trabajadora en un mensaje que llegó al opositor exiliado Eliecer Ávila. Su testimonio deja claro cómo la empresa convierte el miedo y la necesidad en herramientas de control.
La empleada explicó además que esta absurda medida funciona como una cadena de presión: “Si yo no tuiteo, también le tumban el 10% a mi jefe inmediato, para que él me obligue a hacerlo”. Según dijo, ese recorte equivale a unos 1000 pesos, dinero que, en la Cuba de hoy, puede significar la diferencia entre comer o no.
Para respaldar sus palabras, la mujer aseguró que tiene una lista de trabajadores afectados, prueba de que esta manipulación política no es un caso aislado. Ávila publicó el documento en sus redes, y medios como CiberCuba confirmaron que esta práctica también se repite en otras provincias del país.
En realidad, no sorprende. Los empleados de ETECSA —como tantos otros del sistema estatal— llevan años sufriendo chantajes y presiones políticas. Les obligan a marchar, a firmar, a postear, a aplaudir… todo bajo la amenaza de perder un pedazo de su ya mísero salario.
Mientras tanto, la empresa intenta proyectar otra imagen. Hace poco, en Mayabeque, ETECSA publicó unas fotos de sus trabajadores participando en un supuesto “ejercicio militar”. En Facebook, la División Territorial aseguró que “todos tenemos el compromiso de prepararnos para la defensa de la Patria”. Pero lo que debía parecer una muestra de patriotismo terminó siendo motivo de carcajadas en las redes.
Las imágenes mostraban a empleadas con ropa de oficina y zapatos de tacón haciendo prácticas de tiro con medios rudimentarios. Lejos de inspirar respeto, fueron vistas como un reflejo del absurdo y la decadencia del país, donde hasta la defensa nacional parece un mal sketch.
Los comentarios no se hicieron esperar. “Aquí los efectos de los apagones, la hambruna, la miseria y los precios de ETECSA. Felicidades, vamos por más… vergüenza ajena, son un chiste de mal gusto”, escribió una internauta, resumiendo el sentir de muchos cubanos hartos de tanta manipulación.
