En Cuba, cuando no hay luz, lo que sí sobra es inventiva. Y para muestra, el video que anda dando vueltas en TikTok: un cubano decidió enfrentarse al calor y a los interminables apagones con un invento que parece salido de una película de supervivencia. Nada más y nada menos que un ventilador recargable hecho con una batería de walkie-talkie. Sí, como lo lees.
El protagonista de esta historia es un hombre al que todos llaman cariñosamente “el puro”, y su creatividad lo ha convertido en sensación en redes. El clip fue publicado por el usuario @yubel.pino.hernan, quien no pudo resistirse a mostrar el ingenioso aparato. En el video se lee el texto: “El puro sobreviviendo a los apagones en Cuba”, una frase que resume perfectamente la lucha diaria del cubano promedio contra el calor, el sudor y la falta de electricidad.
Con una sonrisa de orgullo, “el puro” explica frente a la cámara cómo armó su pequeño milagro tecnológico: “Esto es un ventiladorcito recargable con los problemas que tenemos en el país por la electricidad: una pista de aluminio, un motorcito de grabadora, una base inventada, una batería de un walkie-talkie. ¿Qué ustedes creen? Díganme si les gusta o no”. Y por si alguien dudaba, agrega con picardía: “Esto no es mentira, de acuerdo”.
Las reacciones no se hicieron esperar. Los usuarios en TikTok se llenaron de comentarios de admiración, risas y orgullo por la creatividad que caracteriza al cubano, capaz de armar un invento funcional con lo que tenga a mano. En tiempos donde los apagones pueden durar más de 10 horas seguidas, cualquier solución es bienvenida.
Pero lo más llamativo no es solo el ventilador en sí, sino lo que representa: la capacidad de reinventarse en medio de la crisis. En los últimos años, las redes sociales se han llenado de videos que muestran desde cocinas hechas con latas hasta luces improvisadas con baterías recicladas. Son pequeños gestos de resistencia, una forma de decir “no nos rendimos”.
El ventilador de “el puro” se suma así a esa larga lista de ingenios criollos que demuestran que, aunque falte la corriente, en Cuba lo que nunca falta es el talento y el deseo de sobrevivir con una sonrisa.
