La tragedia cayó —literalmente— del cielo. En Moa, Holguín, una tormenta eléctrica cambió para siempre la vida de un grupo de personas que solo buscaba refugio de la lluvia. Tres perdieron la vida y cuatro resultaron heridos cuando un rayo impactó una carpa bajo la que se guarecían. Uno de los sobrevivientes, Irelemis Ortiz del Rosario, contó su estremecedor testimonio, y sus palabras ponen la piel de gallina.
🌩 “El trueno cayó justo encima de nosotros”
“Iba para mi casa y empezó a llover y a haber descargas eléctricas”, contó Irelemis, todavía con la voz entrecortada. Junto a otras personas, decidió meterse bajo un toldo cerca de la carretera para escapar del aguacero. “Llevábamos casi una hora ahí, esperando que escampara, cuando cayó un trueno justo encima de la lona. Era una carpa…”, relató.
Lo que vino después fue caos, confusión y miedo. “Sentí que los ojos se me nublaron, un corrientazo fuerte, y caí al suelo. Me tiró unos dos metros más allá. Cuando abrí los ojos, todos estaban tirados, inmóviles”.
🚨 “Tuve que arrastrarme hasta la carretera”
Irelemis, residente en Yamanigüey, contó que intentó ponerse de pie, pero sus piernas no respondían. “Me arrastré como cien metros hasta la carretera, pelándome las rodillas. No podía usar una mano, la tenía acalambrada”, recordó.
Ya en la vía, hizo señas desesperadas a los carros. Varios pasaron sin detenerse, hasta que uno finalmente se compadeció y los llevó al hospital. “Fue una experiencia durísima, ver tanta gente tirada sin responder, que les tomaban el pulso y no lo tenían…”, narró con dolor.
💔 Tres vidas perdidas
Las víctimas mortales fueron identificadas como Eniolquis Romero Terrero (33 años), Leonel Velázquez Legrá (34) y Lázaro Rodríguez Peña (36). Los cuatro lesionados, entre ellos Irelemis, lograron sobrevivir con distintas secuelas, desde temblores hasta quemaduras y entumecimiento.
“Solo Dios sabe la experiencia que tuvimos”, dijo Ortiz, agradecido por estar vivo, mientras espera resultados médicos para conocer los daños internos.
⚠ Cuba, tierra de rayos… y tragedias
Lo ocurrido en Cupey, Moa, no fue un hecho aislado. Cuba registra en promedio 51 muertes por rayos cada año, según estudios del Instituto de Geodesia y Astronomía. Desde 1987, las descargas eléctricas han causado casi 1,900 fallecimientos en el país, y aunque la cifra ha disminuido, los riesgos siguen siendo altos.
El especialista Neobil Vega Batista advirtió que estos eventos no solo se cobran vidas humanas, sino también pérdidas materiales difíciles de calcular. Desde 2024, varias instituciones cubanas trabajan en un Sistema de Alerta Temprana para reducir las consecuencias de estos fenómenos naturales.
⚡ Una cadena de tragedias en 2025
Este año ha sido especialmente trágico. En junio, dos adolescentes murieron en Artemisa mientras jugaban fútbol durante una tormenta. En agosto, tres jóvenes fallecieron en Villa Clara tras el impacto de un rayo, y en Matanzas, una mujer perdió la vida mientras trabajaba en el campo. Incluso en Holguín, otro hombre murió al manipular una viga que tocó cables eléctricos.
Los expertos advierten que la mayoría de estas muertes son evitables: basta con no refugiarse bajo árboles, estructuras metálicas o carpas durante una tormenta. Pero, como demuestra la historia de Irelemis, a veces la necesidad de resguardarse del agua termina siendo una trampa mortal.