Un fuerte accidente de tránsito sacudió la mañana de este martes en los elevados de Santa Rita, municipio Jiguaní, provincia Granma, dejando varios heridos y una escena de caos que volvió a exponer el deterioro de las carreteras y la precariedad del transporte en Cuba.
Según reportaron CNC TV Granma y Radio Jiguaní, el siniestro ocurrió cerca de las 11:00 a.m., cuando un camión particular —de esos que el régimen permite como “solución alternativa” al transporte público colapsado— perdió el control y cayó desde el viaducto hacia una zona de pastizales.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran el vehículo, pintado de verde, totalmente destrozado en su parte delantera, mientras los pasajeros heridos esperaban atención rodeados por vecinos y curiosos. La escena, lejos de ser excepcional, refleja el peligro constante al que se enfrentan los cubanos cada vez que se suben a uno de estos camiones improvisados para poder moverse entre provincias.
En el sitio se presentaron rápidamente agentes del MININT, junto a personal médico y de emergencia. Sin embargo, como suele ocurrir, la presencia de la Policía no es garantía de eficiencia ni transparencia, sino más bien de control informativo y de censura para evitar que circulen demasiadas imágenes del desastre.
El primer secretario del Partido Comunista en Jiguaní, Yordanis Charchaval de la Rosa, llegó al lugar para intentar dar una imagen de “acción inmediata”, prometiendo una investigación que, como tantas otras, probablemente quedará en nada. Hasta el momento, no se ha confirmado el número de lesionados ni la gravedad de sus heridas, aunque todos fueron trasladados al Policlínico “Edor de los Reyes”.
Vecinos del área señalaron que ese tramo del viaducto es una trampa mortal, con pendientes peligrosas y visibilidad reducida, y que ya ha sido escenario de varios accidentes. Aun así, las autoridades no han hecho nada por mejorar las condiciones, dejando a los choferes y pasajeros a su suerte.
Las imágenes del lugar hablan por sí solas: un camión destrozado, gente desesperada y un despliegue policial tratando de tapar el sol con un dedo. Hasta el cierre de esta nota, el gobierno provincial no ha ofrecido ningún parte oficial sobre lo ocurrido ni sobre el estado de los pasajeros, lo que solo alimenta la desconfianza de la población.