La violencia en La Habana parece no dar tregua. Un hombre fue detenido tras protagonizar un violento asalto en Boyeros, donde despojó a un motorista de una moto eléctrica y dinero en efectivo, amenazándolo con un cuchillo en plena vía pública. El incidente ha encendido las alarmas entre los vecinos, preocupados por el aumento de este tipo de delitos.
Todo comenzó como un servicio de transporte informal que, tristemente, terminó en un asalto. Un mecánico de profesión recibió un encargo de su vecino: el préstamo de su moto eléctrica, aparentemente para facilitar alguna diligencia o trabajo. Aprovechando la oportunidad, el mecánico decidió “buscarse un menudito” y aceptó dar una carrera hasta El Trigal, en el municipio Arroyo Naranjo.
Lo que parecía una gestión inocente se convirtió en un momento de terror. Según el perfil oficialista de Facebook El Cubano Fiel, al llegar a su destino, el pasajero sacó un cuchillo y lo amenazó, exigiendo todo lo que llevaba consigo, incluyendo la moto que no le pertenecía. La situación ocurrió a las cuatro de la tarde, a plena luz del día, dejando claro el nivel de audacia de los delincuentes.
El agresor se llevó el vehículo eléctrico y el dinero del mecánico, escapando inmediatamente. Afortunadamente, las autoridades actuaron con rapidez y lograron detener al presunto asaltante en Calabazar, una zona con varias rutas de escape hacia municipios vecinos como Arroyo Naranjo.
Aunque la información no detalla si la moto fue recuperada ni si el mecánico sufrió heridas, el hecho de que la amenaza se produjera con arma blanca y en plena calle deja en evidencia el riesgo que corrió su vida. Este caso se convierte en una postal del deterioro cotidiano en la ciudad: oportunidades de trabajo informal que se convierten en vulnerabilidad frente a la delincuencia.
Este incidente no es un hecho aislado. Perfiles oficialistas como El Cubano Fiel actúan como cronistas informales de los delitos en los barrios, mostrando la precariedad de quienes buscan ingresos adicionales en un contexto económico complicado. En Cuba, donde los vehículos eléctricos se han vuelto bienes preciados por la escasez de transporte público y combustible, los asaltos a motoristas se han vuelto más frecuentes y preocupantes.
Lo sucedido en Boyeros combina la confianza vecinal, el oportunismo del agresor y la vulnerabilidad de los trabajadores informales, reflejando un aumento de la inseguridad urbana en la capital cubana. Una situación que, tristemente, se ha vuelto parte del día a día para muchos, y que evidencia la necesidad de mayor vigilancia y prevención en las calles.