En un giro que pocos imaginaban, al menos cuatro cubanos han sido deportados desde Estados Unidos a países africanos, tras no ser aceptados de vuelta en la Isla por su historial criminal. Sí, leíste bien: Cuba, aunque sean ciudadanos de allí, ha rechazado recibirlos por los delitos cometidos en territorio estadounidense.
El 6 de octubre, un vuelo de deportación despegó de Estados Unidos con al menos un cubano a bordo, acompañado de inmigrantes de Vietnam, Filipinas, Camboya y Chad, con destino al reino de Esuatini, la última monarquía de África. Esta acción forma parte de un acuerdo entre Washington y Esuatini, donde el país africano aceptó recibir a migrantes expulsados a cambio de un pago de 5.1 millones de dólares, según informó Axios.
La portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, aclaró que los deportados a ese territorio habían sido condenados en Estados Unidos por crímenes graves, que van desde asesinato hasta violación. “No hay lugar para ellos en nuestro país”, afirmó, dejando claro que estas medidas buscan proteger a la sociedad estadounidense y evitar reincidencias.
Por ahora, Esuatini aceptará hasta 160 migrantes de terceros países. Otros países involucrados en esta estrategia de recibir a delincuentes extranjeros incluyen Sudán del Sur, Ruanda, Ghana, Uganda, Kosovo e incluso México.
En julio pasado, un cubano no identificado fue enviado a Esuatini junto a otros cuatro inmigrantes con condenas graves, que incluían asesinato en primer grado y ataque agravado. La subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, calificó estos crímenes como “tan bárbaros que sus países de origen se negaron a aceptarlos”, destacando la severidad de los delitos.
EEUU también deportó a los cubanos Enrique Arias-Hierro y José Manuel Rodríguez-Quiñones, junto a otros seis inmigrantes, hacia Sudán del Sur, cerrando así un caso legal que involucró tribunales estadounidenses e incluso la Corte Suprema.
Y la historia no termina ahí. William Segade Herrera, otro cubano con un extenso historial criminal, podría ser el siguiente en ser enviado a África. Recientemente arrestado en Indiana por agentes de ICE, actualmente se encuentra detenido en el nuevo centro Speedway Slammer. Sus antecedentes incluyen al menos 11 delitos graves, desde tráfico de drogas hasta violencia doméstica y hurto, lo que dificulta que Cuba acepte recibirlo nuevamente.
El DHS destacó que Speedway Slammer fue diseñado para albergar a los delincuentes extranjeros ilegales más peligrosos, incluidos miembros de pandillas y traficantes, reforzando la estrategia de proteger a la población estadounidense mientras se tramitan estas deportaciones complicadas.
Estas historias muestran un panorama complejo y poco conocido: ciudadanos cubanos que, tras cometer delitos graves en Estados Unidos, se enfrentan a un destino que ni ellos mismos habrían imaginado. Deportaciones a África, acuerdos millonarios y largas batallas legales: la vida de estos cubanos se ha vuelto un verdadero laberinto internacional.