El reguetonero cubano Michael Fernando Sierra Miranda, mejor conocido como El Micha, vuelve a estar en el ojo del huracán, y no precisamente por un nuevo hit. Según reveló el periodista cubanoamericano Mario J. Pentón, el artista intentó obtener la ciudadanía estadounidense, pero su solicitud fue rechazada porque no domina el inglés, lo que, según varias fuentes, lo habría llevado a regresar definitivamente a Cuba.
La noticia ha encendido las redes, sobre todo después de que Ana María Daniel, madre de sus hijos, confirmara que El Micha había decidido establecerse otra vez en la isla. Una decisión que muchos en Miami, especialmente dentro del exilio cubano, consideran una traición y una vergüenza, tomando en cuenta que el artista fue en su momento uno de los que criticó abiertamente al régimen.
Ahora, el mismo músico que antes alzaba la voz contra la dictadura aparece en los medios oficialistas como si nada, hablando de amor al pueblo y de lo bien que se siente estar “en casa”. Para muchos, este cambio de discurso tiene menos que ver con el patriotismo y más con la conveniencia.
El propio Pentón opinó que “el caso de El Micha está siendo usado por las autoridades cubanas como una vitrina propagandística”, para demostrar que incluso los artistas críticos terminan “repatriándose” si se portan bien. Una jugada política que busca normalizar el silencio y la sumisión como precio de la estabilidad.
El periodista también ironizó sobre los rumores que circulan en Miami: “Muchos dicen que regresó porque no quiere pagar ‘bills’, pero la verdad es que quería hacerlo con pasaporte americano… Esta moralidad líquida de nuestros tiempos…”. Una frase que resume perfectamente la contradicción del artista entre su discurso y sus decisiones.
Por su parte, El Micha se defendió asegurando que volvió a Cuba por motivos personales. “Voy para Cuba, donde la gente te da cariño, donde está mi casa. No me voy a quedar en un lugar donde me dan palo, palo, palo”, declaró, insistiendo en que lo hace por su “familia de verdad” y porque no quiere “pagar más biles”.
El cantante también soltó una frase que ha provocado un vendaval de críticas: “El que quiera ver morir a su mamá y su familia de lejos, que lo haga. Yo no puedo”. Sin embargo, muchos le reprochan que, mientras habla de familia, dejó atrás a su pareja y a sus hijos en Estados Unidos, una contradicción que ha hecho aún más difícil justificar su repentino “regreso al amor por la patria”.
Al final, más allá de sus excusas, el caso de El Micha muestra cómo el régimen cubano sigue manipulando el regreso de figuras públicas para intentar lavar su imagen. Y, tristemente, también refleja cómo algunos artistas cambian sus principios por comodidad, olvidando que mientras ellos hablan de “cariño”, el pueblo sigue sobreviviendo entre apagones, miseria y represión.
En definitiva, El Micha podrá haber vuelto a Cuba, pero el respeto del exilio lo perdió en el camino.