El viceministro de Relaciones Exteriores cubano, Carlos Fernández de Cossío, reveló en una entrevista con Zeteo que en su propia vivienda los apagones ocurren “cada cuatro horas” y que, ante esta situación, a él, su esposa y su familia les surgen “ganas de protestar”. Sin embargo, rápidamente puso límites: cerrar calles o bloquear vías, según él, es “ilegítimo” y “no traerá energía”.
En sus declaraciones, el funcionario del régimen no perdió la oportunidad de culpar a Estados Unidos, denunciando la existencia de una “maquinaria muy bien financiada” que —según afirmó— incentiva a los cubanos a salir a las calles. Para Fernández de Cossío, existe una clara distinción entre quejas legítimas por la falta de electricidad y las acciones de protesta que afecten el tráfico. “Es legítimo que la gente se queje”, reconoció, pero insistió en que las convocatorias a manifestaciones son producto de una campaña organizada desde el exterior.
Cuando se le pidió evidencia de esa supuesta injerencia, el viceministro apuntó a mensajes en redes sociales y publicaciones en plataformas digitales, incluyendo Facebook y resultados de búsquedas en Google, asegurando que él mismo ha recibido tales contenidos.
Fernández de Cossío defendió la postura oficial: los apagones “suceden en todo el mundo” y criticar las convocatorias externas es, según él, “muy justo y legítimo”. Pero reiteró que salir a la calle o bloquear vías no resuelve el problema energético, desviando la atención hacia el embargo estadounidense como causa principal de la crisis en la isla. “EE.UU. está tratando de aislar a Cuba de la economía mundial. ¿Qué país puede sostener su economía si la potencia más poderosa del mundo puede amenazar y presionar a otros gobiernos por tener vínculos con Cuba?”, dijo con énfasis.
La conversación también tocó el tema de los derechos humanos y las libertades en la isla. Fernández de Cossío defendió el modelo político cubano, rechazando las críticas sobre la falta de elecciones democráticas y de prensa libre, y negó que la isla albergue a personas señaladas como “terroristas” por la administración de Donald Trump.
En cuanto a la política internacional, aseguró que Cuba brindará “pleno apoyo político” al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, aunque esquivó cualquier compromiso militar. Calificó la pregunta sobre posibles acciones bélicas como “peligrosa” y subrayó: “Cuba no irá a la guerra con Estados Unidos, le dará total apoyo político a Venezuela, apoyo solidario”.