En Cuba ya no hay que encender la televisión para ver una película de acción: basta con salir a la carretera. En la circunvalación de Camagüey, un presunto ladrón fue sorprendido mientras intentaba saquear un camión en movimiento, y los propios choferes decidieron darle una lección que hoy tiene encendidas las redes.
Las imágenes que circulan en Facebook muestran al hombre amarrado con sogas a la parte trasera del camión, como si fuera un trofeo de cacería. Aunque las autoridades no han dicho ni “esta boca es mía”, los videos y testimonios dejan claro que este tipo de robos en carretera se ha vuelto pan de cada día en el transporte de carga cubano.
Justicia por cuenta propia ante la ausencia del Estado
Según los reportes compartidos en redes, el sujeto fue sorprendido cuando trataba de subir al camión para acceder a la carga. Pero esta vez, la jugada le salió mal: los choferes lo atraparon en plena faena y decidieron escarmentarlo al estilo cubano, atándolo al vehículo para exhibirlo como ejemplo.
El portal La Tijera fue de los primeros en difundir las fotos del suceso, describiéndolo con ironía como “una hazaña de los ninjas de carretera”. En tono mordaz, el medio comentó que “en el Oskuristán de hoy, los Spidermans no trepan muros para hacer el bien, sino para robar en las carreteras”.
Mientras tanto, en el grupo de Facebook “Accidentes automovilísticos en Cuba”, los transportistas aprovecharon para desahogarse. Uno de ellos escribió que Camagüey es la mata de los asaltos a rastras, donde roban desde baterías hasta espejos y petróleo, mientras la policía mira para otro lado. “Y cuando uno denuncia, dicen que fue autorrobo. ¿Quién le pone el cascabel al gato?”, cuestionó indignado.
Hartazgo, impotencia y desconfianza en la policía
La publicación ha provocado una avalancha de comentarios que reflejan el hartazgo generalizado ante la inseguridad y la impunidad. Un chofer bromeó, entre serio y molesto: “Yo lo dejo ahí amarrado y lo paseo por toda Cuba con bombos y platillos. Al final no pasó nada, le ponen una multa y lo sueltan”.
Otros usuarios recordaron que los robos en esa zona llevan más de 20 años ocurriendo, especialmente entre Ciego de Ávila y Camagüey, un tramo que muchos camioneros llaman “la zona ninja”. “Hasta la policía los tiene bautizados así”, comentó un internauta que afirmó haber perdido mercancías sin recibir jamás respuesta de las autoridades.
Un transportista confesó que algunos colegas viajan con sacos de piedras en la rastra para defenderse, y otro exchofer explicó que muchos prefieren evitar el trayecto nocturno por temor a ser atacados. “Si no íbamos dos o tres camiones juntos, no llegábamos. En la circunvalación te desguazan”, contó.
Una cubana, molesta con la falta de acción de la Policía Nacional Revolucionaria, soltó una frase que resume el sentir popular: “Cada vez que veo un policía está metido de cabeza en el teléfono. Deberían quitarles el móvil en horario de trabajo”.
La realidad detrás del “escarmiento”
Más allá de la anécdota del supuesto “Spiderman” criollo, este hecho vuelve a desnudar la crisis de seguridad y el vacío de autoridad que reina en el país. Mientras el régimen prefiere hablar de “batallas ideológicas” y “bloqueo”, la gente de a pie enfrenta sola la delincuencia, los apagones y la miseria.
En una Cuba donde el Estado ha dejado de garantizar hasta lo más básico, los ciudadanos terminan haciendo justicia por su cuenta, a riesgo de convertirse también en víctimas o en acusados. Y todo esto ocurre a la vista de un gobierno que prefiere callar antes que admitir que el país se le desmorona por las cuatro esquinas.
