Santiago de Cuba en shock: hallan muerto a un hombre tras un presunto robo y ni siquiera pudieron llevarse el cuerpo por el apagón
La violencia vuelve a tocar la puerta de los santiagueros, y esta vez de la forma más cruel. En pleno centro de Santiago de Cuba, los vecinos de una cuartería en la calle Maceo quedaron aterrados al encontrar el cuerpo sin vida de José Luis Rodríguez, conocido cariñosamente como “Jaca”. El hallazgo, que ocurrió el pasado martes, ha sacudido a toda la comunidad y encendido las alarmas sobre el creciente clima de inseguridad en la ciudad.
Según contó el comunicador independiente Yosmany Mayeta Labrada, fue un joven llamado Sandy, hijo de una vecina, quien descubrió el cadáver. Todo comenzó cuando notó un olor insoportable que salía del cuarto de Jaca. Al entrar, la escena era tan dantesca que el barrio entero quedó paralizado.
De inmediato, los vecinos avisaron a la Policía Nacional Revolucionaria. Los agentes llegaron, acordonaron el área y prohibieron tomar fotos. Pero lo más indignante vino después: no pudieron retirar el cuerpo esa noche porque había apagón. Sí, como se lee. La falta de electricidad impidió que los peritos realizaran su trabajo, y el cuerpo permaneció allí hasta la mañana siguiente, ya en avanzado estado de descomposición.
Mientras tanto, el hedor se apoderó de toda la cuadra. “No dejan entrar ni tirar fotos, pero todo el mundo sabe que fue un asesinato”, contó un vecino que prefirió mantener el anonimato. En la casa faltaban varias pertenencias de la víctima: una motorina, ropa, zapatos y una bala de gas. Todo apunta a que el crimen tuvo un móvil de robo, aunque algunos mencionan también viejas disputas con otro residente de la zona.
La hija del fallecido, Claudia Rodríguez, confirmó la desaparición de los objetos personales y criticó duramente la falta de respuesta policial. Según dijo, ya antes había advertido que su padre tenía problemas con ciertas personas del barrio, pero nadie hizo nada.
El caso ha desatado indignación en redes sociales. Los comentarios van desde el dolor hasta la rabia más pura. “Esto está fuera de control. Antes Cuba era uno de los países más seguros y ahora no se puede ni dormir tranquilo con tantos apagones y ladrones”, escribió una internauta.
Otros usuarios fueron aún más duros: “En Cuba asesinas a alguien, te echan par de años y después estás en la calle para seguir matando. Así no se acaba la violencia”, opinó una mujer desde Villa Clara.
Lo cierto es que lo ocurrido con Jaca no es un hecho aislado. En medio de apagones interminables, calles oscuras y una justicia débil, los cubanos viven con miedo. Muchos sienten que el país se ha convertido en un terreno sin ley, donde los delincuentes actúan impunemente y las autoridades parecen más preocupadas por silenciar las denuncias que por resolver los crímenes.
El asesinato de Jaca es más que una tragedia local: es el reflejo de un sistema colapsado donde la vida humana vale cada vez menos. Y mientras las autoridades callan, el pueblo de Santiago sigue pidiendo justicia.