Una verdadera invasión de cangrejos de tierra ha puesto patas arriba al municipio de Caibarién, en Villa Clara, donde cientos de estos crustáceos han tomado calles, patios y hasta las casas de los vecinos. Las imágenes, que se han vuelto virales en redes sociales, muestran un panorama digno de una película de terror tropical: muros trepados por cangrejos, cocinas infestadas y pasillos llenos de patas que se mueven sin parar.
Videos compartidos por internautas, como el usuario J. Antonio Álvarez, dejan ver cómo los cangrejos han invadido prácticamente todo el poblado costero. Algunos residentes aseguran que nunca habían visto algo igual, ni siquiera en los tradicionales meses de “corridas”, cuando estos animales suelen migrar por razones naturales.
Vecinos más viejos del lugar comentan que la situación se ha salido de control en los últimos tres años. “Antes esto no pasaba así, eran unos cuantos cangrejitos, no estas montañas que parecen un ejército”, comentó un residente a medios locales, reflejando la sorpresa y el malestar que ha causado la plaga.
Ya el año pasado, el campesino Óscar Valdés había advertido en declaraciones a Radio Caibarién que la desaparición de la agricultura y el abandono de las tierras habían favorecido la expansión del hábitat de los cangrejos. “Las tierras estaban sembradas, pero ahora están en barbecho, y eso les dio espacio para multiplicarse”, explicó, aunque aclaró que se trata de una observación empírica, no científica.
Lo curioso es que la mayoría de los cangrejos que hoy invaden el municipio son hembras preñadas, conocidas popularmente como ‘cangrejas enchapadas’, que normalmente no se consumen. A diferencia de los machos, que suelen aprovecharse como alimento en la zona, estas hembras no tienen uso culinario, por lo que su aumento solo genera preocupación y molestias.
Los vecinos denuncian que la invasión ha provocado problemas de higiene, malos olores y daños materiales menores, además del constante susto de encontrar uno de estos bichos dentro del baño o debajo de la cama. “No hay quien viva tranquilo, abres la puerta y salen corriendo por todos lados”, comentó una residente entre risas nerviosas.
Aunque los cangrejos no representan un peligro directo para las personas, los expertos advierten que pueden transmitir bacterias si se manipulan sin precaución o contaminan el agua.
En otras provincias cubanas, como Cienfuegos o Pinar del Río, este tipo de migración es común entre marzo y abril, cuando los cangrejos bajan al mar a desovar, dejando a su paso carreteras cubiertas de caparazones rotos. Sin embargo, lo que ocurre en Caibarién parece estar relacionado más con el descontrol ambiental y la falta de gestión del territorio que con el ciclo natural de estos animales.
Con más de 280 especies de cangrejos identificadas en Cuba, muchas de ellas con comportamientos migratorios, lo que vive Caibarién es una muestra más del deterioro ecológico y del abandono estatal, donde ni el hombre ni la naturaleza parecen encontrar equilibrio. Mientras tanto, los vecinos siguen lidiando con esta plaga, barriendo más patas que basura y rezando para que la invasión no se repita el próximo año.
