Este fin de semana, las redes sociales volvieron a hablar de El Micha y su familia, pero no precisamente por su música. Mientras el reguetonero disfruta de su nueva vida en Cuba, su exesposa, Ana María Daniel, celebró con mucha emoción el cumpleaños de su hijo Dylan en Miami, y su publicación en Instagram dejó a más de uno con el corazón blandito.
Hace solo unos días, El Micha había enternecido a sus seguidores felicitando públicamente a su hija Amanda por su cumpleaños. Sin embargo, esta vez el gesto no se repitió. Su hijo menor, Dylan, cumplió 10 años, y el artista no compartió ningún mensaje ni foto en sus redes.
Esa ausencia de felicitación no pasó desapercibida. Los fans, siempre atentos a cada detalle, no tardaron en notar el silencio del cantante, especialmente después de las críticas que ha recibido por mudarse nuevamente a Cuba, lejos de sus hijos y de la madre de ambos, que vive con ellos en Miami.
Mientras tanto, Ana María sí celebró a lo grande. En su cuenta de Instagram, publicó un mensaje lleno de ternura:
“El príncipe de mamá está cumpliendo 10 años. Estoy orgullosa de ti, hijito mío. Eres un niño maravilloso con un corazón enorme. Feliz cumpleaños, Dylan. Te amamos.”
El post vino acompañado de varias fotos del pequeño sonriendo con su globo de cumpleaños y su cara de felicidad total. En los comentarios, amigos y seguidores no solo felicitaron al niño, sino que también expresaron su cariño hacia Ana María, quien ha sido muy presente en la vida de sus hijos.
Y mientras en Miami se soplaban velas, El Micha publicaba algo muy distinto. En sus historias de Instagram, subió varias promociones y, finalmente, una imagen desde un carro en plena carretera rural, con el texto: “Curando el alma.”
Una frase que, aunque poética, encendió las especulaciones. Muchos interpretaron que el cantante está intentando encontrar paz interior en medio de las críticas y los comentarios sobre su rol como padre. Otros, en cambio, lo vieron como una señal de desconexión con lo que pasaba ese día tan especial para su hijo.
La verdad es que esta diferencia de actitudes volvió a poner al reguetonero en el ojo del huracán. Algunos lo defienden, recordando que no todo debe hacerse público, mientras otros le reprochan que no tenga el mismo detalle con todos sus hijos.
Lo cierto es que, entre Miami y La Habana, la familia de El Micha parece vivir dos realidades muy distintas: una marcada por las celebraciones y el amor maternal, y otra por el silencio y la introspección. Y aunque cada quien “cura el alma” a su manera, las redes no perdonan los silencios… sobre todo cuando se trata de los más pequeños.
