La tarde del pasado sábado en La Habana se volvió un caos sobre el Malecón, a la altura de la calle G, cuando una persona fue arrastrada por el mar agitado por el oleaje intenso. Testigos aseguran que el incidente ocurrió alrededor de las 6:30 p.m., y de inmediato se desplegó un operativo de emergencia para intentar salvar a los afectados.
Videos compartidos por el grupo Maravilloso Malecón muestran la rápida llegada de bomberos, ambulancias y unidades de respuesta rápida. Desde edificios cercanos, vecinos captaron imágenes de varios jóvenes flotando lejos del muro del Malecón, recibiendo instrucciones de los rescatistas en tierra, mientras una lancha oficial se sumaba al operativo para asistir en el salvamento.
“El mar estaba muy picado. Fueron valientes, luchaban por sus vidas. En segundos ya no se les veía”, comentó un testigo en Facebook, reflejando la tensión de los minutos críticos. Hasta el momento, no se conoce con exactitud cuántas personas cayeron ni su estado de salud, y las autoridades no han emitido un comunicado oficial.
El Malecón, uno de los lugares más emblemáticos y concurridos de la capital, se ha convertido en un escenario recurrente de incidentes por el fuerte oleaje, especialmente durante frentes fríos. La combinación de mar traicionero y la ausencia de medidas de seguridad efectivas ha convertido la zona en un riesgo constante para quienes se acercan sin precaución.
Historias trágicas no faltan. El caso más reciente que conmovió a la ciudad fue el del adolescente Carlos Javier Sánchez, de 16 años, quien perdió la vida el 7 de marzo de 2025. Según los informes oficiales, se bañaba en La Punta cuando una ola lo arrastró. Testigos, sin embargo, señalaron que el joven estaba sentado en el muro intentando recuperar una chancleta caída al arrecife. A pesar de la movilización de bomberos, Guardafronteras y personal médico, el mar impidió salvarlo.
No es un hecho aislado. En octubre de 2023, dos jóvenes arriesgaron sus vidas para rescatar a otros adolescentes frente al hotel Riviera, enfrentando olas violentas y arrecifes peligrosos, mientras los bomberos aún llegaban al lugar.
Las autoridades han reiterado la prohibición de bañarse en el Malecón, especialmente en áreas no habilitadas y durante frentes fríos. Pero la combinación de falta de vigilancia, escasa prevención y desinformación sigue dejando a muchos cubanos vulnerables ante el peligro del mar. Cada nuevo episodio recuerda que la belleza del Malecón puede convertirse en tragedia en cuestión de segundos.
