Un fuerte accidente de tránsito en la noche del domingo dejó a Ranchuelo, Villa Clara, sumido en la oscuridad y afectando a más de 10,000 personas. Un camión estatal chocó contra un poste del tendido eléctrico, provocando un incendio en la subestación Gran Panel y un corte masivo del suministro que alarmó a los vecinos.
En el vehículo viajaban el chofer y un menor de edad, quienes resultaron heridos y fueron trasladados de urgencia al policlínico Juan B. Contreras, según informó Armando Consuegra Sotolongo, director municipal de Salud. Afortunadamente, no se reportaron fallecidos ni lesiones graves, confirmó Jeily Manresa Sarduy, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular.
El accidente ocurrió en la calle Coronel Acebo, entre Leoncio Vidal y Faustino Solís, cuando el camión de la Empresa de Transportación y Servicios a la Mecanización (TRAZMEC) impactó con fuerza contra un poste eléctrico. El golpe no solo derribó la estructura, sino que produjo un arco de luz incandescente visible desde distintos puntos de Ranchuelo.
Everest Morales Pérez, director de la Empresa Eléctrica local, explicó que el choque provocó una avería de gran magnitud, dejando fuera de servicio los circuitos 188, 189, 89 y 97, afectando varias zonas de la ciudad. El periodista Henry Omar Pérez reportó además interrupciones en los circuitos 166, 167, 168, 170 y 171, dejando barrios enteros sin energía durante horas.
Como es habitual, el Gobierno desplegó su retórica de “respuesta rápida”, enviando a agentes del MININT, cuadros del Partido Comunista y funcionarios locales. Pero la presencia de estas autoridades no cambió la cruda realidad: cualquier incidente, incluso uno de origen humano, basta para paralizar los servicios esenciales en Cuba debido a la fragilidad de la infraestructura pública.
Tras varias horas, algunos circuitos recuperaron energía, aunque no se ha informado cuántos siguen sin servicio ni sobre las condiciones del camión o del conductor. Este apagón en Ranchuelo pone nuevamente al descubierto las grietas del sistema eléctrico cubano, una red vulnerable, sin mantenimiento ni inversión real, y con una población que paga el precio de un modelo administrativo incapaz de prevenir o manejar emergencias con transparencia.