Roberto Mosquera del Peral, un cubano de 58 años, vive un verdadero calvario en Esuatini, tras ser deportado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) junto a otros cuatro migrantes en julio pasado. Ahora se encuentra encarcelado en una prisión de máxima seguridad, con apenas oportunidades de comunicarse con su familia a través de cortas videollamadas bajo estricta vigilancia de guardias armados.
Ana, amiga de la infancia de Mosquera, contactada por AFP, describió la situación como “una pesadilla”. En la última videollamada con su familia, Roberto aparecía demacrado, con pérdida de cabello y notable adelgazamiento, evidencia del duro impacto de su encarcelamiento. Según Ana, pese a lo que afirma la Administración Trump, Roberto no es el “monstruo” ni el prisionero temible que describen.
Mosquera fue sentenciado en julio de 1989 a nueve años de prisión por intento de asesinato, tras dispararle a un hombre en la pierna, y luego liberado en 1996. En 2009 volvió a ser encarcelado por delitos como robo de autos y agresión a un agente de seguridad. Pero según Ana, su amigo cambió de vida tras salir de prisión: se casó, tuvo cuatro hijas, se pronunció en contra de la violencia de las pandillas y construyó una familia que lo adora.
“La deportación es atroz, es prácticamente una sentencia de muerte”, señaló Ana, con la voz entrecortada, agregando que esta situación ha afectado profundamente a todos los que lo conocen.
El abogado de los deportados, Tin Thanh Nguyen, denunció que sus representados están atrapados en un “agujero negro legal”, comparando su situación con una especie de trata de personas moderna amparada por canales oficiales.
El caso salió a la luz en julio, cuando ICE publicó en redes sociales la detención de Mosquera en Miami, señalando antecedentes por homicidio, agresión con agravantes a un agente de policía y lesiones corporales graves. Sin embargo, para quienes lo conocen, la historia real de Roberto es la de un hombre que buscó redimirse y construir una vida digna, y hoy enfrenta un destino que pocos podrían imaginar, lejos de su país y de su familia.