El actor cubano Alejandro Cuervo volvió a sorprender a sus seguidores con una escapada exprés junto a su esposa Arletis Rodríguez, rumbo al hotel Vista Azul en Varadero. Esta mini luna de miel de un solo día, sin niños, tuvo un ingrediente extra: probar la autonomía de su nuevo carro eléctrico FAW Bestune NAT E5 en las carreteras cubanas.
“Salimos a probar el carro eléctrico y su autonomía y se nos fue el tiempo”, escribió Alejandro en Instagram, mientras mostraba su habilidad al volante del vehículo eléctrico de fabricación china, distribuido en Cuba por MCV Comercial S.A. y con un precio que supera los 20 mil dólares.
Aunque el auto fue un regalo sorpresa para Arletis, como Alejandro mostró en un video anterior que se volvió viral, esta vez le tocó a él manejarlo rumbo al balneario. La pareja aprovechó la ocasión para disfrutar del viaje, del paisaje y, por supuesto, de la vista al mar desde su habitación de hotel.
“Nos lo merecemos”, comentó Alejandro mientras cerraba el video, con una sonrisa y el océano de fondo.
Como era de esperar, el clip generó reacciones mixtas. Muchos seguidores felicitaron la sorpresa y la iniciativa de probar un vehículo eléctrico en Cuba, mientras que otros cuestionaron la practicidad del auto en un país donde los apagones son frecuentes. No faltaron comentarios del tipo: “¿Cómo se carga eso en medio de un apagón?” o “Bonito, pero poco funcional para nuestra realidad”.
Más allá de las críticas, la pareja aprovechó su escapada para desconectarse, celebrar el amor y, de paso, generar contenido que sigue dando de qué hablar. El viaje también sirvió como una promoción indirecta a la empresa mixta MCV Comercial S.A., representante oficial de Mercedes-Benz en Cuba, mostrando que los autos eléctricos están comenzando a abrirse paso en la isla, aunque con ciertos desafíos.
El FAW Bestune NAT E5, protagonista de la aventura, es un vehículo que combina tecnología moderna con una autonomía limitada, lo que despierta debate sobre su viabilidad en un país con infraestructura eléctrica irregular. Sin embargo, Alejandro y Arletis demostraron que, al menos para viajes cortos y momentos especiales, un carro eléctrico puede ser más que un lujo: una experiencia divertida y diferente.
En definitiva, esta escapada a Varadero no solo puso a prueba un carro eléctrico, sino que también dejó en evidencia la capacidad de los cubanos de adaptarse a nuevas tecnologías y disfrutar de cada momento, incluso en circunstancias poco convencionales.
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