El vocero del régimen Humberto López Suárez volvió a hacer de las suyas con otro de sus espectáculos de propaganda disfrazados de “humor”, esta vez burlándose del destierro del opositor José Daniel Ferrer García, quien llegó el 13 de octubre a Miami junto a su familia después de años de encarcelamiento, golpizas y torturas bajo custodia del régimen.
Fiel a su estilo servil y cínico, López no mostró ni un gramo de empatía ante el drama del exilio forzado —una práctica condenada por organismos internacionales como violación de los derechos humanos—, sino que decidió convertir el sufrimiento de un cubano en chiste barato.
En su perfil de Facebook, el rostro más visible de la propaganda televisiva controlada por la Seguridad del Estado publicó una comparación ridícula entre los términos empleados por la Cancillería cubana y los de la prensa independiente para describir el hecho.
“Real Academia de la Lengua Española: ABANDONO: salida, marcha, renuncia. DESTIERRO: aislamiento, confinamiento… ¿Entonces?”, escribió el vocero, acompañando su publicación con capturas del comunicado del MINREX.
Con esa jugarreta semántica, el propagandista intentó sugerir que Ferrer no fue desterrado, sino que abandonó el país por voluntad propia, una burla miserable que busca restarle legitimidad a su lucha y distorsionar lo evidente: fue obligado a marcharse para salvar a su familia.
El propio Ferrer denunció que su salida fue resultado de una presión extrema y chantaje político, disfrazado de “trámite diplomático”, con la complicidad del régimen y bajo solicitud del gobierno de Estados Unidos. No fue libertad, fue una imposición.
Como si el sarcasmo no bastara, Humberto volvió a desempolvar el viejo video manipulado donde supuestamente Ferrer se golpea la cabeza durante un interrogatorio. Esa escena —montada y utilizada por la Seguridad del Estado para denigrarlo— volvió a circular en redes sociales a través de las famosas “ciberclarias”, los peones digitales del castrismo, quienes se dedicaron a hacer memes y burlas asquerosas sobre un hombre que pasó años en prisión por pensar distinto.
Todo forma parte del mismo guion: difamar, deshumanizar y ridiculizar al opositor, mientras el aparato de propaganda intenta sostener el mito de un régimen invulnerable. Pero el resultado es el contrario: cada vez que Humberto abre la boca, deja más claro su papel de verdugo mediático y el vacío moral que lo define.
Hoy, José Daniel Ferrer respira aire libre junto a su esposa e hijos en Miami, iniciando una nueva etapa marcada por la dignidad del que resiste, mientras en Cuba el castrismo sigue recurriendo al insulto y la manipulación para ocultar su miedo a la verdad.