En pleno corazón de La Habana, en la concurrida intersección de 1ra. y 70, en el municipio Playa, la realidad golpea sin filtros. La periodista cubana Yadira Albet denunció este miércoles en redes sociales la presencia de al menos seis niños que llevan semanas durmiendo en los jardines de un hotel, convertidos en testigos involuntarios de la desidia institucional.
“Esta situación es inaceptable”, escribió Albet en su perfil de Facebook, compartiendo además un post de Mayelín Guevara que confirma la presencia de los menores en los jardines del hotel Muthu. Según la publicación, los pequeños llevan más de un mes pasando las noches en ese lugar, sin un techo que los proteja ni adultos que velen por ellos. La periodista cuestiona directamente a las instituciones escolares, las casas de niños sin amparo filial, la PNR y al propio Estado cubano: “Ahora son niños abandonados resolviéndose la vida. Circulan por ahí hace un tiempo. Van y vienen. ¿Quién se hace cargo?”.
La denuncia ha generado una reacción inmediata entre los usuarios de Facebook, muchos de los cuales aseguran haber visto a los menores en la zona y señalan que han alertado repetidamente a las autoridades sin obtener respuesta. “Dios mío, en la foto se ven al menos seis niños. Eso sí que no lo había visto jamás. Cada día más triste todo”, escribió Lisbety Mirabal.
Otros detalles surgieron gracias a vecinos y personas que han interactuado con los menores. Beatriz Alonso, por ejemplo, contó que varios de ellos provienen de barrios pobres de Marianao, hijos de madres presas o de padres que emigraron dejando a los niños al cuidado de abuelos que no pueden brindarles atención adecuada. “Primero andaban por el Centro de Negocios y ahora duermen aquí, pidiendo algo para comer”, relató Alonso, quien asegura haber intentado contactar a autoridades y diputados locales sin éxito.
Usuarios no ocultaron su indignación ante la indiferencia oficial. Jorge Gabriel Alfonso Font resumió el sentimiento general: “Terrible la Cuba que nos están dejando”. Por ahora, ninguna institución estatal ha emitido pronunciamiento oficial sobre la situación de estos menores, cuya vulnerabilidad se mantiene a la vista de todos en una zona turística de la capital cubana.
La presencia de niños en situación de calle evidencia la crisis profunda de la protección social en Cuba, un fenómeno que el régimen insiste en negar. Cada vez más menores se ven obligados a deambular, pedir dinero o comida, reflejo de un sistema de protección colapsado y de la gravedad de la crisis económica que atraviesa la isla.
Las cifras hablan por sí solas: según la Oficina Nacional de Estadística e Información, la inflación interanual cerró 2024 en 24,88%, mientras la escasez de alimentos se agudiza y los salarios apenas superan los 7,000 pesos mensuales. UNICEF estima que el 9% de los niños cubanos sufre pobreza alimentaria, y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos advierte que la pobreza extrema afecta al 89% de la población.
Organizaciones independientes alertan que cientos de menores viven en la calle o piden limosna, solos o acompañados de sus padres, expuestos a abusos y sin ninguna protección real. Mientras tanto, el régimen sigue vendiendo sus programas sociales como “logros”, incapaz de enfrentar una realidad que amenaza con perpetuar un ciclo de pobreza generacional y dejar a toda una infancia cubana en abandono.
En pleno siglo XXI, los jardines de un hotel en La Habana sirven de cama para niños que deberían estar en la escuela o jugando en un parque seguro. La foto es dura, pero refleja con crudeza la desidia de un Estado que sigue más preocupado por la propaganda que por proteger a los suyos.