Elián González Brotons, aquel niño que un día fue el centro de una tormenta política entre Cuba y Estados Unidos, reapareció en México convertido en un fiel portavoz del régimen, culpando nuevamente a Washington de todos los males que asfixian a la isla. Durante una entrevista con Canal 6, en el marco del IX Encuentro Continental de Solidaridad con Cuba, el ahora diputado matancero repitió el viejo libreto oficialista: Estados Unidos es el responsable de la crisis económica y social que viven los cubanos.
“Cada vez que tratamos de buscar una solución, llega una nueva medida. Buscan la manera de bloquear la entrada de recursos y frenar nuestro desarrollo”, aseguró González, echándole toda la culpa al embargo norteamericano. Según él, los problemas del país son consecuencia de “muchos años de bloqueo” y de las “campañas que intentan frenar el avance de Cuba”. Un discurso tan gastado como el propio sistema que defiende.
Fiel al tono propagandístico, Elián no dudó en repetir las consignas del castrismo, afirmando que las sanciones de Washington “afectan también a otros pueblos y países”, como si el hambre, la miseria y el éxodo masivo que sufre la nación fueran culpa ajena y no del desastroso manejo del régimen comunista.
En declaraciones al diario mexicano La Jornada, el joven diputado se desbordó en elogios a Fidel Castro y su supuesto legado, asegurando que sus “ideales siguen vivos”. También se lanzó contra el expresidente Donald Trump y el senador Marco Rubio, a quienes calificó de “amenaza para Cuba y para la región”. Según Elián, Rubio “sabe cómo aislar a Cuba”. Lo que no mencionó, por supuesto, es cómo el gobierno cubano se ha encargado de aislarse solo del mundo libre con su represión, censura y corrupción.
El que fuera conocido como el “niño balsero” hoy funge como un obediente vocero de la dictadura, defendiendo sin titubear la narrativa impuesta por el Partido Comunista. Durante la entrevista, insistió en que “Cuba no es un país patrocinador del terrorismo”, sino una “víctima del terrorismo de Estado y del cerco económico”. Un intento desesperado de lavar la imagen de un gobierno que por más de seis décadas ha sembrado terror entre sus propios ciudadanos.
El evento donde participó, celebrado en Ciudad de México, reunió a delegaciones de más de veinte países y a figuras históricamente cercanas al castrismo, como Aleida Guevara March, hija del Che. Bajo el lema “Por la solidaridad, la amistad y contra el imperialismo”, los asistentes aprovecharon para repetir el mismo discurso que la cúpula habanera lleva décadas utilizando para disfrazar su fracaso con palabras bonitas sobre unidad y resistencia.
El embajador cubano en México, Marco Rodríguez Costa, también intervino en la clausura del encuentro, agradeciendo la “solidaridad internacional” y proclamando que “Cuba no está sola”. Un mensaje que suena vacío cuando en la isla el pueblo sufre apagones, escasez y represión, mientras los burócratas viajan al extranjero a recitar consignas.
La presencia de Elián González en este tipo de eventos tiene un fuerte simbolismo político. Junto a Aleida Guevara, representa la nueva generación moldeada por la propaganda, criada para sostener un sistema que se derrumba mientras el país se vacía de jóvenes. Pero fuera del círculo oficialista, muchos lo ven como lo que realmente es: un producto más de la manipulación del régimen, convertido en rostro de una revolución que hace rato perdió toda credibilidad.
