Si algo caracteriza a los cubanos en Miami es que no se callan lo que piensan, y esta vez fue una peluquera quien encendió el debate en TikTok tras soltar una verdad que muchos clientes —y hasta colegas— pensaban en silencio.
La joven, que vive y trabaja en la ciudad del sol, se cansó de ver cómo los precios en los salones de belleza se disparan sin control, especialmente cuando se trata de un rubio profesional. Y claro, como buena cubana, lo dijo sin pelos en la lengua.
“Yo sé que me voy a buscar problemas con esto, pero lo voy a decir”, comenzó su video en @sweetbeauty582, que ya acumula miles de visualizaciones. “Los precios que se están manejando últimamente por un rubio en Miami se están yendo de las manos”.
Y vaya que muchos estuvieron de acuerdo. En los comentarios, decenas de personas aplaudieron su valentía, mientras otros defendieron los altos costos de los productos, la técnica y la experiencia profesional. Pero más allá de la polémica, su mensaje tocó una fibra muy sensible: la empatía.
💸 “¿1.500 dólares por un rubio? ¡Eso no tiene sentido!”
La peluquera explicó que, aunque entiende que cada estilista debe valorar su tiempo, sus conocimientos y la inversión en productos de calidad, hay límites que no se pueden cruzar.
“Sí, yo sé que los productos están carísimos, que la educación continua cuesta y que el talento hay que pagarlo… pero ¿1.500 dólares por un rubio? ¿No es demasiado?”, preguntó con tono de incredulidad.
Para rematar, soltó una frase que se volvió viral entre sus seguidores:
“1.500 dólares por un rubio… ¿ni que viniera con pasaje a París?”
Una línea que muchos convirtieron en meme y hasta en eslogan de protesta contra los precios inflados de algunos salones de belleza en Miami.
💬 Entre la empatía y la competencia
La cubana dejó claro que su crítica no es contra los profesionales del sector, sino contra la falta de empatía en tiempos donde la economía aprieta fuerte, incluso en Estados Unidos.
“Yo respeto a mis clientes. Seamos más empáticos, seamos realistas. No podemos abusar”, dijo con tono firme pero respetuoso.
Y es que el comentario llega en un momento donde vivir en Miami cuesta más que nunca, y donde muchos estilistas —en su mayoría latinos— intentan mantener sus precios competitivos sin perder calidad ni clientes.
La discusión se encendió en los comentarios: unos apoyan el reclamo, asegurando que los salones se han convertido en un lujo al alcance de pocos; otros defienden que cada artista del cabello tiene derecho a cobrar lo que crea justo por su trabajo y trayectoria.
✂️ El rubio que destapó un debate real
Más allá del tono sarcástico del video, lo cierto es que la polémica abrió una conversación necesaria sobre cómo equilibrar talento, precios justos y empatía en un contexto económico cada vez más difícil.
Porque sí, lograr un rubio perfecto requiere técnica y productos costosos, pero también hay una realidad: muchos clientes —incluidos los propios cubanos del exilio— están luchando por mantenerse a flote en una ciudad con el costo de vida por las nubes.
En definitiva, esta peluquera puso sobre la mesa un tema que va mucho más allá del color del cabello: el valor del trabajo en tiempos de crisis y la delgada línea entre cobrar con justicia… y abusar del bolsillo ajeno.