Una triste noticia sacude a los vecinos del municipio de Cifuentes, en Villa Clara. Este martes, Adelaida Yanes, una madre cubana de 63 años muy querida en su comunidad, perdió la vida a causa del dengue hemorrágico, una de las enfermedades que más preocupa hoy a la población.
La noticia se conoció a través del grupo de Facebook Revolico Cifuentes, donde familiares y amigos confirmaron el fallecimiento y compartieron mensajes de dolor y despedida. En cuestión de horas, la publicación se llenó de comentarios, condolencias y recuerdos. La tristeza fue generalizada entre los vecinos, que describieron a Adelaida como una mujer noble, bondadosa y siempre dispuesta a ayudar. “Una gran persona, de esas que dejan huella”, escribió una de sus amigas en redes.
Adelaida deja atrás a su esposo e hijos, que ahora enfrentan un dolor inmenso en medio de una crisis sanitaria que parece no tener fin. Su muerte no es un caso aislado: el dengue sigue cobrando vidas en Cuba, y lo más preocupante es el silencio y la falta de información oficial sobre la magnitud real del problema.
Hace apenas unos días, se reportó también la muerte de un joven en Cárdenas, Matanzas, víctima del mismo virus. La noticia causó indignación entre los habitantes, quienes acusan al Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de minimizar la gravedad del brote. Los hospitales están saturados, los diagnósticos se retrasan por falta de reactivos, y muchos pacientes no logran ser ingresados a tiempo.
A pesar de la creciente alarma ciudadana, durante semanas las autoridades guardaron silencio. Sin embargo, este miércoles el MINSAP rompió parcialmente su mutismo: la viceministra Carilda Peña García confirmó ante la prensa oficial tres muertes por dengue en lo que va de 2025. No obstante, no ofreció detalles sobre las edades, provincias ni condiciones clínicas de las víctimas, lo que deja más preguntas que respuestas.
Según Peña, actualmente en Cuba circulan tres arbovirosis activas: dengue, chikungunya y fiebre de Oropouche, además de un aumento de enfermedades respiratorias y hepatitis A en poblaciones cerradas. El panorama es preocupante: el dengue ya está presente en 12 provincias, mientras que el chikungunya tiene transmisión en ocho.
La funcionaria aseguró que la mayoría de los casos graves están vinculados al dengue, aunque no reveló cifras concretas. También mencionó que el virus de Oropouche estaría en fase de descenso, pero advirtió sobre la necesidad de acudir rápidamente al médico ante cualquier síntoma febril.
El problema es que, según denuncian ciudadanos desde distintos puntos del país, acceder a la atención médica se ha vuelto una odisea. Las colas en los hospitales son interminables, faltan pruebas para detectar el virus y muchos pacientes son enviados a casa sin diagnóstico claro. Mientras tanto, los mosquitos siguen haciendo de las suyas y el miedo crece cada día más.
En medio del dolor por la pérdida de Adelaida y de otros cubanos que han muerto en silencio, muchos se preguntan cuánto más deberá soportar el pueblo antes de que las autoridades actúen con transparencia y soluciones reales. Lo que está claro es que el dengue no distingue edad ni condición, y Cuba está atravesando uno de los momentos sanitarios más críticos de los últimos años.