Desde el pasado 12 de octubre, los cubanos que planean viajar a Europa se están topando con una nueva realidad en los aeropuertos: el famoso sello en el pasaporte quedó en el pasado.
Ahora entra en juego el Sistema de Entradas y Salidas (SES), una herramienta digital que ya está activa en varios países del espacio Schengen y que cambia completamente la forma en que se registran las llegadas y salidas del continente.
Y ojo: aunque este cambio aplica a todos los viajeros que no son ciudadanos europeos, los cubanos sentirán especialmente el impacto, porque el sistema hace casi imposible “quedarse más tiempo del permitido”, una práctica común entre quienes entraban como turistas para luego intentar establecerse.
🖐️ ¿Qué es el SES y por qué todos hablan de él?
El SES viene a reemplazar el viejo sistema de sellos por un registro biométrico digital que incluye huellas dactilares, foto facial y datos personales.
Cada vez que cruces una frontera del espacio Schengen —ya sea por aire, mar o tierra—, el sistema guardará automáticamente la información en una base de datos compartida entre todos los países miembros.
Durante el primer ingreso, los viajeros deberán dejar su foto y sus huellas en un quiosco automatizado. Si ya entregaste tus datos en una embajada europea cuando solicitaste visa, no tendrás que repetir el proceso.
Según la Unión Europea, esto reducirá los tiempos de espera, aunque en la práctica, el primer encuentro con los quioscos podría ser un poco más lento.
⏱️ Europa ahora te cuenta los días… al segundo
Antes, los oficiales revisaban manualmente los sellos del pasaporte para calcular si alguien se había pasado de los 90 días permitidos dentro del espacio Schengen. Pero eso se acabó.
El SES calcula automáticamente cuánto tiempo llevas dentro del territorio europeo y, si te pasas, te marca en el sistema.
Así que si alguien entra a España o Italia con visa de turismo y decide quedarse más de la cuenta, el sistema lo sabrá y dejará registro digital.
¿Las consecuencias? Multas, vetos de entrada o directamente una denegación automática de visado la próxima vez que intentes regresar.
Un portavoz de la Comisión Europea lo explicó sin rodeos:
“El sello en el pasaporte era una solución del siglo pasado. Ahora tendremos datos en tiempo real”.
🧭 Implementación por etapas (y España entre las primeras)
Aunque el SES ya está activo, su implementación será progresiva.
Durante los primeros seis meses, al menos un punto fronterizo por país debe tener el sistema, y convivirá con el método antiguo del sello en algunos aeropuertos o pasos terrestres.
España, uno de los destinos más populares para los cubanos, está entre los primeros países en aplicar el sistema completo.
La Unión Europea planea que todo esté 100% operativo antes del 10 de abril de 2026, momento en el que desaparecerá por completo el sellado manual de pasaportes.
🆚 SES vs. ETIAS: no te confundas
Mucha gente ya está mezclando conceptos, así que vale aclararlo:
El SES no es lo mismo que el ETIAS.
El ETIAS será una autorización electrónica parecida al ESTA de Estados Unidos, que entrará en vigor a finales de 2026 para viajeros de países que no necesitan visa, como Estados Unidos o Canadá.
Los cubanos, que sí requieren visa Schengen, no estarán afectados por el ETIAS, al menos por ahora.
🇨🇺 Lo que esto significa para los cubanos
Para miles de cubanos, conseguir una visa Schengen era una forma de buscar una nueva vida en Europa. Muchos entraban legalmente como turistas y luego se quedaban más allá de los 90 días, esperando legalizarse o solicitar asilo.
Con el SES, esa jugada se complica.
El sistema no solo controla cuándo entras, sino también cuándo sales. Si no lo haces a tiempo, quedas marcado. Y esa información se comparte automáticamente entre todos los países del bloque.
Eso significa que incluso si en el futuro logras obtener otra visa, tu historial podría cerrarte las puertas.
Además, el sistema no contempla excepciones por razones humanitarias o familiares. Los cubanos que viajen con carta de invitación o visado seguirán sujetos al control biométrico y al límite de estancia.
Con esto, la Unión Europea busca crear “fronteras inteligentes”, donde se detecten irregularidades y se controle mejor el flujo migratorio.
En palabras simples: Europa quiere saber exactamente quién entra, cuánto tiempo se queda y cuándo se va.
