Hay gestos que valen más que mil canciones, y el que tuvo Yomil Hidalgo esta semana fue uno de ellos. El popular reguetonero cubano sorprendió a todos al visitar a Irioska Nodarse, la madre del fallecido Elvis Manuel, aquel joven que dejó una huella imborrable en la música urbana cubana antes de morir trágicamente en 2008.
La noticia se conoció gracias a unas historias que Yomil compartió en su cuenta de Instagram. En una de las imágenes, aparece junto a Irioska, y en el texto escribió un mensaje que emocionó a sus seguidores:
“Nunca tuve el gusto de conocerlo en persona, pero Elvis Manuel inspiró a muchos como yo a refugiarnos en la música”.
Con esas palabras, Yomil no solo rindió homenaje al talento de Elvis, sino también reconoció la enorme influencia que tuvo en toda una generación de artistas que, como él, crecieron soñando con triunfar en el género urbano.
El músico también aprovechó para agradecerle a la madre del fallecido reguetonero por mantener viva su memoria. “Usted, madre, también se merece todas las bendiciones y disfrutar del legado que le dejó su hijo”, expresó con ternura, dejando claro que su visita no fue solo un gesto simbólico, sino un acto de respeto y cariño genuino.
Para muchos fanáticos, esta visita fue un momento de reconciliación entre pasado y presente. Elvis Manuel fue, sin duda, una leyenda temprana. Con apenas 18 años ya sonaba en todas las esquinas de Cuba con temas que mezclaban calle, sentimiento y ritmo. Su sueño de llegar a Estados Unidos para seguir su carrera quedó truncado cuando la lancha en la que viajaba con su madre naufragó en el Estrecho de la Florida.
Desde entonces, su nombre quedó grabado en la historia del reguetón cubano como un símbolo de talento, juventud y tragedia. Por eso, ver a Yomil —una de las figuras más reconocidas del género hoy en día— acercarse a su madre fue algo que tocó fibras en la comunidad musical y en miles de cubanos dentro y fuera de la isla.
“En paz descanse, que tu música siempre la vamos a recordar”, escribió Yomil al cerrar su publicación, dejando claro que el legado de Elvis sigue más vivo que nunca.
Este encuentro, que pocos esperaban, recordó lo que muchos ya sabían: Elvis Manuel no se fue del todo. Su voz, sus letras y su energía siguen presentes en cada artista cubano que lleva el reguetón en la sangre. Y gracias a gestos como el de Yomil, su historia vuelve a brillar como merece: con respeto, amor y mucha música.