En Cuba, hasta cocinar puede ser un lujo. Y si no que lo diga @anita.cubanita64, una joven que se volvió viral en TikTok tras mostrar cómo preparaba camarones por primera vez en su casa. Lo que para muchos fuera de la isla sería una simple receta, en Cuba se convirtió en una especie de “comida de ricos” que dejó a medio mundo con la boca abierta.
“Hacer esto en Cuba es solo para millonarios o gente que trabaja para el gobierno”, soltó Anita al comienzo del video. Y no le falta razón. En un país donde el salario estatal apenas alcanza para sobrevivir, un kilo de camarones puede costar más de 4 mil pesos cubanos, el equivalente a varios días —o incluso semanas— de trabajo.
La joven, con su habitual tono simpático y sin pelos en la lengua, aclaró que no pertenece a ninguno de esos grupos privilegiados. “Ni trabajo con el gobierno, ni tengo familia afuera, ni soy millonaria”, explicó. “Una amiga quiso complacerme y me mandó un paquetico de camarones. Es la primera vez que los cocino en mi casa”.
Cocinar mariscos: un lujo en la isla del mar
Anita decidió hacerlos “en salsita picante, con su azuquita, como me habían dicho”, y acompañarlos con una pizza. Su receta sencilla desató un vendaval de comentarios: algunos la felicitaron y le dieron consejos de cocina (“ponles mantequilla, crema de leche y quesito arriba, te vas a morir de amor”), mientras otros criticaron detalles más banales, como sus utensilios o su manicura.
Una usuaria incluso le preguntó: “¿Cómo tienes los cuchillos oxidados y las uñas perfectas?”. Pero otros salieron en su defensa: las manicuras —explicaron— son de las pocas cosas que todavía resultan accesibles en la isla, y además Anita colabora con salones de belleza.
Lo que más impacto causó fue el precio: “Un kilo como 4 mil”, respondió la joven a un comentario. Esa frase fue la que encendió las redes, porque refleja una realidad dura: comer mariscos en Cuba es, literalmente, un lujo reservado para unos pocos.
La paradoja del mar que no alimenta
El video no solo mostró la desigualdad, sino también una contradicción absurda: vivir rodeado de mar y no poder comer lo que da el mar. En otro clip, Anita recordó que “en Cuba está prohibido comprar o vender langosta y camarones”. Solo los hoteles o centros estatales pueden comercializarlos. “Vivimos en una isla rodeada de agua, pero no podemos comer langosta ni camarones”, lamentó.
Y tiene razón. Aunque las autoridades culpan al cambio climático por la escasez, la realidad es que la mayoría de la pesca va a exportación, dejando a los cubanos con lo justo para sobrevivir. Los camarones y la langosta, orgullo gastronómico nacional, se han convertido en símbolos de lo inaccesible.
“Comida de millonarios” con lo poco que hay
No es la primera vez que Anita refleja lo difícil que es llenar una olla en Cuba. En otro video mostró un “arroz frito de millonarios” con bacon, salchichas, huevos y vegetales, todo un festín teniendo en cuenta los precios actuales. “No soy millonaria ni tengo familia en el extranjero, solo una vez al mes hacemos una comida fuera de lo normal”, contó con una mezcla de humor y resignación.
También habló del precio del pan: una jaba puede costar 700 pesos, mientras por la libreta solo se vende uno diario por persona. “Las personas que viven de un salario no pueden darse el lujo de comprar pan todos los días”, lamentó.
Una ventana a la realidad cubana
El caso de Anita no es aislado. Cada vez más cubanos usan TikTok para mostrar lo que viven: desayunos “de ricos” con pan de molde y aguacate, cenas improvisadas con lo que aparece, y recetas que antes eran comunes y hoy son imposibles. Detrás de cada video hay una mezcla de humor, frustración y denuncia.
El video de @anita.cubanita64 cocinando camarones no solo se hizo viral por lo curioso, sino porque retrata una verdad incómoda: en la isla, hasta los productos que regala el mar se han convertido en un lujo de pocos. Su frase lo resume todo:
“Hacer esto en Cuba es para millonarios”.
