El diputado Elián González Brotons, aquel niño que hace años fue símbolo de la propaganda castrista, volvió a hacer de las suyas. En una entrevista reciente, aseguró sin titubear que antes de 1959 en Cuba no existían grandes artistas ni deportistas, como si Celia Cruz, Benny Moré o Kid Chocolate hubieran sido inventos del “imperio”.
El ahora vocero del régimen defendió la idea de que todo el talento y la identidad cultural cubana nacieron gracias a la Revolución, negando así el legado de la Cuba republicana. En declaraciones a Cubainformación, portal al servicio del castrismo, González afirmó que el “sistema socialista” fue quien convirtió al pueblo cubano en lo que es hoy.
Según él, aunque el cubano tiene “talento en su ADN”, ese potencial no se aprovechaba antes del triunfo revolucionario. “Lo que ha hecho la Revolución es potenciar ese ADN cubano, apoyarlo, darle recursos, aunque no sean muchos, pero sí hacerlo llegar a todos los rincones”, dijo desde México, durante el IX Encuentro Continental de Solidaridad con Cuba, donde participó junto a Aleida Guevara, hija del Che.
El ex “niño símbolo” del régimen también comparó a Cuba con países como Puerto Rico, Colombia o Bolivia, alegando que ellos tienen el mismo talento pero no los recursos que —según él— brinda el socialismo. Para González, esa supuesta inversión estatal ha dado “respeto, reconocimiento y altura moral” a la isla, un discurso que parece salido directamente del manual de propaganda de los años 70.
Como era de esperar, sus palabras encendieron las redes. Cientos de cubanos lo desmintieron recordándole que, mucho antes del castrismo, Cuba ya brillaba en el mundo con artistas y deportistas que marcaron época. Nombres como Alicia Alonso, Bola de Nieve, Celia Cruz, Rosa Fornés, Rita Montaner, Benny Moré o Capablanca fueron mencionados una y otra vez por los internautas, desmontando con hechos la narrativa del diputado.
Pero González no se quedó ahí. Volvió a repetir el guion oficial: culpó al embargo estadounidense por la crisis actual, defendió la continuidad del modelo político cubano y aseguró que la juventud sigue “comprometida con el proyecto revolucionario”. En su fantasía, los que emigran lo hacen solo “por motivos económicos” y, cuando la economía mejore, “volverán a Cuba”.
Sus declaraciones no sorprenden. Solo confirman la línea oficial de un régimen que, desde hace más de seis décadas, intenta borrar o distorsionar la historia republicana (1902-1958), presentándola como una etapa de corrupción y dependencia, sin matices ni contexto. Esa versión simplificada del pasado es parte del adoctrinamiento que mantiene a generaciones enteras desconectadas de su verdadero legado cultural y democrático.
Y para rematar la ironía, justo el jueves pasado, el Centro Nacional de Música Popular suspendió a última hora un homenaje por el centenario de Celia Cruz, organizado por el grupo Teatro El Público y la Fábrica de Arte Cubano. Una censura más que confirma el miedo del régimen a la memoria de una artista que, con su voz y su rebeldía, representa la Cuba libre que tanto intentan ocultar.