Lo que muchos pensaron que sería un romance de película llegó a su punto final. Después de nueve meses juntos, Ana de Armas y Tom Cruise decidieron ponerle punto y aparte a su historia. Según publicó el diario británico Daily Mail, la ruptura fue en buenos términos, sin dramas ni rencores, y ambos mantienen una relación cordial. “Tom y Ana disfrutaron mucho su tiempo juntos, pero su etapa como pareja ya terminó. Siguen siendo buenos amigos”, reveló una fuente cercana a los actores.
Todo empezó aquel 14 de febrero, cuando los vieron cenando en el Soho de Londres, justo en pleno Día de San Valentín. Aquella noche bastó para que los rumores corrieran como pólvora. Con el tiempo, las apariciones públicas confirmaron lo que ya era un secreto a voces: había química y de la buena. Desde salidas nocturnas por la capital británica hasta la famosa fiesta del 50 cumpleaños de David Beckham, la pareja se mostraba feliz, aunque intentaba mantener su relación lo más lejos posible de los flashes.
Su última escapada juntos fue a finales de junio, disfrutando del sol mediterráneo a bordo de un yate en Menorca. Las fotos, publicadas por la revista ¡Hola!, mostraban a una pareja tranquila y sonriente. Sin embargo, tres meses después, los tabloides británicos confirmaron lo inevitable: se acabó el amor. Una fuente citada por The Sun fue clara: “La chispa se apagó, pero se siguen queriendo”.
Durante su relación, Tom Cruise fue mucho más que su pareja; también funcionó como una especie de mentor para la actriz cubana, guiándola dentro del complicado universo de Hollywood. Algunos medios incluso insinuaron que el actor intentó acercarla a la Cienciología, aunque Ana, con su habitual discreción, nunca comentó nada sobre ese tema.
Poco después de la ruptura, la protagonista de Blonde fue vista en un gimnasio de Santa Mónica junto a Miles Teller, compañero de Cruise en Top Gun: Maverick. Los paparazzi enseguida levantaron sospechas, pero todo indica que fue un simple encuentro casual, ya que cada uno se marchó por su lado.
Mientras tanto, Tom Cruise continúa inmerso en su próxima gran superproducción, siempre fiel a su título de estrella del cine de acción. Ana, por su parte, sigue brillando con luz propia. A sus 37 años, la cubana está en uno de los mejores momentos de su carrera, demostrando que no necesita un final de cuento para seguir siendo una de las figuras más queridas y admiradas de Hollywood.