Hacerse el chistoso con una pistolita de agua en las calles de México le costó el arresto a este migrante cubano

Redacción

Un hombre cubano fue arrestado en Mérida, Yucatán, tras protagonizar una serie de ataques con una pistola de agua dirigidos a ciclistas, motociclistas y peatones. Lo que parecía un simple “juego” terminó convirtiéndose en un problema legal serio por alteración del orden público.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Yucatán confirmó que Ariel Ayón, de 53 años y originario de Cuba, fue detenido luego de varias denuncias ciudadanas. Los reportes indicaban que un automóvil negro circulaba por distintas calles de Mérida, incluido el peligroso Periférico, lanzando chorros de agua a quienes se cruzaban en su camino.

Un hombre cubano fue arrestado en Mérida, Yucatán, tras protagonizar una serie de ataques con una pistola de agua dirigidos a ciclistas, motociclistas y peatones. Lo que parecía un simple “juego” terminó convirtiéndose en un problema legal serio por alteración del orden público.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Yucatán confirmó que Ariel Ayón, de 53 años y originario de Cuba, fue detenido luego de varias denuncias ciudadanas. Los reportes indicaban que un automóvil negro circulaba por distintas calles de Mérida, incluido el peligroso Periférico, lanzando chorros de agua a quienes se cruzaban en su camino.

El vehículo, un Chevrolet Aveo negro, se acercaba a motociclistas, ciclistas, peatones e incluso otros conductores, disparando agua a presión desde una pistola de plástico. En videos que se viralizaron en redes sociales, se le veía actuando junto a otra persona, entre risas y grabaciones, como si fuera parte de un reto viral de TikTok.

Sin embargo, para quienes sufrieron los ataques, la situación estuvo lejos de ser un juego. “No es un chiste cuando uno va en moto y le lanzan agua de la nada. Puedes perder el equilibrio o tener un accidente”, escribió un testigo en Facebook. Las imágenes circuladas mostraban claramente la actitud despreocupada de los agresores, lo que aumentó la indignación de la comunidad local.

Algunos medios locales titularon la noticia así: “Cubanos salen a grabar retos de TikTok y molestan a yucatecos”, reflejando el malestar que generó este episodio entre los residentes. Los llamados a que las autoridades actuaran fueron inmediatos.

La SSP implementó un operativo para localizar al vehículo. Gracias a los arcos lectores de placas, lograron identificar el automóvil circulando sobre el kilómetro 21 del Periférico. Fue interceptado en el kilómetro 25, confirmándose que Ariel Ayón se encontraba al volante con la pistola de agua aún en su poder. La detención se realizó sin incidentes, y tanto el cubano como el automóvil fueron trasladados: Ariel por alteración del orden público y el vehículo al corralón oficial.

Aunque en apariencia pueda parecer un acto menor, la ley de Yucatán contempla sanciones serias para quienes alteren el orden y pongan en riesgo a terceros. Las penas van desde uno hasta cuatro años de prisión, sumadas a multas económicas y trabajo comunitario. Además, si Ariel no cuenta con una estancia legal regularizada en México, podría enfrentar un proceso ante el Instituto Nacional de Migración (INM) y eventualmente la deportación.

La SSP recordó que estas acciones no son bromas inocentes: “No se trata de si el agua moja o no. Se trata del efecto sorpresa, del susto, del posible accidente. No es un juego”, advirtió un portavoz.

Este caso también reabre el debate sobre los límites de los retos virales en redes sociales, que cada vez más veces terminan en sanciones legales o, en el peor de los casos, tragedias.

El vehículo, un Chevrolet Aveo negro, se acercaba a motociclistas, ciclistas, peatones e incluso otros conductores, disparando agua a presión desde una pistola de plástico. En videos que se viralizaron en redes sociales, se le veía actuando junto a otra persona, entre risas y grabaciones, como si fuera parte de un reto viral de TikTok.

Sin embargo, para quienes sufrieron los ataques, la situación estuvo lejos de ser un juego. “No es un chiste cuando uno va en moto y le lanzan agua de la nada. Puedes perder el equilibrio o tener un accidente”, escribió un testigo en Facebook. Las imágenes circuladas mostraban claramente la actitud despreocupada de los agresores, lo que aumentó la indignación de la comunidad local.

Algunos medios locales titularon la noticia así: “Cubanos salen a grabar retos de TikTok y molestan a yucatecos”, reflejando el malestar que generó este episodio entre los residentes. Los llamados a que las autoridades actuaran fueron inmediatos.

La SSP implementó un operativo para localizar al vehículo. Gracias a los arcos lectores de placas, lograron identificar el automóvil circulando sobre el kilómetro 21 del Periférico. Fue interceptado en el kilómetro 25, confirmándose que Ariel Ayón se encontraba al volante con la pistola de agua aún en su poder. La detención se realizó sin incidentes, y tanto el cubano como el automóvil fueron trasladados: Ariel por alteración del orden público y el vehículo al corralón oficial.

Aunque en apariencia pueda parecer un acto menor, la ley de Yucatán contempla sanciones serias para quienes alteren el orden y pongan en riesgo a terceros. Las penas van desde uno hasta cuatro años de prisión, sumadas a multas económicas y trabajo comunitario. Además, si Ariel no cuenta con una estancia legal regularizada en México, podría enfrentar un proceso ante el Instituto Nacional de Migración (INM) y eventualmente la deportación.

La SSP recordó que estas acciones no son bromas inocentes: “No se trata de si el agua moja o no. Se trata del efecto sorpresa, del susto, del posible accidente. No es un juego”, advirtió un portavoz.

Este caso también reabre el debate sobre los límites de los retos virales en redes sociales, que cada vez más veces terminan en sanciones legales o, en el peor de los casos, tragedias.

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