Niño de 14 años reportado como desaparecido en La Habana es encontrado sin vida en las piscinas de la Ciudad Deportiva

Redacción

La búsqueda desesperada por encontrar a Ronald, un adolescente de apenas 14 años desaparecido en el municipio Cerro, terminó en tragedia. El menor fue hallado sin vida el pasado sábado, según confirmaron allegados en redes sociales, dejando a toda una comunidad sumida en el dolor.

El muchacho había sido reportado como desaparecido el viernes 17 de octubre, y un día después su cuerpo fue encontrado en una de las piscinas de la Ciudad Deportiva de La Habana, un lugar que, según varios vecinos, llevaba años sin funcionar correctamente.

Ronald vivía en la calle Patria y estudiaba en la Secundaria Básica Camilo Cienfuegos, en el propio municipio. Compañeros de aula y amigos del barrio confirmaron la noticia, y uno de ellos aseguró en redes que “nadie le quitó la vida”, aunque las circunstancias de su muerte siguen sin aclararse. Como suele pasar en Cuba, las autoridades no han dado ninguna declaración oficial, dejando a la población a merced de rumores y con un sinfín de preguntas sin respuesta.

La noticia ha conmocionado profundamente a familiares, amigos y vecinos del Cerro. Durante más de 24 horas, la comunidad entera se lanzó a las calles a buscarlo, guiados solo por la esperanza de hallarlo con vida. “Se hizo hasta lo impensable, todos unidos. Madres, padres, profesores, vecinos… Su mami solo lo tenía a él y él a ella. Muy triste”, contó una joven que participó en la búsqueda.

Ronald era descrito como un niño alegre, ocurrente y querido por todos. “Hasta el más serio reía con sus ocurrencias”, escribió una amiga de la familia. Su pérdida ha dejado una herida abierta en toda la escuela y el vecindario, donde hoy muchos niños y padres siguen en estado de shock.

Sin embargo, más allá del dolor, las dudas crecen. Muchos se preguntan cómo es posible que el cuerpo del menor haya sido hallado en una piscina de la Ciudad Deportiva, un sitio que en teoría está cerrado y sin mantenimiento. Otros aseguran que esas piscinas llevan años abandonadas, llenas de agua sucia y sin custodia, lo que permite que los muchachos entren a bañarse o jugar sin control alguno.

En 2019, el régimen había anunciado trabajos de reparación en esas instalaciones, pero como tantos otros proyectos, quedaron a medias o nunca se completaron. Hoy, ese abandono podría haber costado la vida de un niño.

El caso de Ronald vuelve a exponer la desidia institucional y la falta de mecanismos de emergencia en Cuba. No existe un sistema de alerta rápida para desapariciones, por lo que la sociedad civil debe recurrir a las redes sociales para movilizarse, mientras las autoridades miran hacia otro lado.

Miles de cubanos esperan que, al menos esta vez, el régimen se pronuncie y ofrezca respuestas claras sobre cómo y por qué murió Ronald. Pero la experiencia muestra que el silencio oficial es la norma. Y mientras tanto, otra familia cubana llora la pérdida de su hijo, víctima de un país donde la negligencia y el abandono ya se volvieron costumbre.

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