El gobierno de España, bajo la dirección de Pedro Sánchez, autorizó recientemente la venta de 24 toneladas de municiones y proyectiles al régimen cubano y 1,5 toneladas de armas de guerra a Marruecos, según fuentes del Ministerio de Defensa citadas por Ok Diario. Estas operaciones se realizaron mientras Madrid mantenía un veto a Israel y rechazaba aumentar el gasto en Defensa hasta el 5% del PIB, tal como lo demandan los socios de la OTAN.
Los registros oficiales revelan que la exportación a Cuba, realizada en julio, tuvo un valor de 81.600 euros, mientras que la operación con Marruecos rondó los 63.000 euros. Ambas transacciones se canalizaron a través de una empresa, aunque la aprobación final dependió del Ejecutivo español. Según las fuentes, “la exportación la hace una empresa que solicita una licencia, pero debe ser aprobada por la Secretaría de Estado o el Consejo de Ministros”.
No es la primera vez que España autoriza ventas de este tipo al régimen cubano. Fuentes recuerdan que anteriores exportaciones incluían armas de represión policial por más de 50.000 euros, utilizadas por las fuerzas de seguridad de la isla durante protestas antigubernamentales. En el caso de Marruecos, la venta coincidió con un conflicto diplomático, cuando Rabat cerró unilateralmente la aduana comercial de Beni-Enzar en Melilla, provocando un bloqueo económico que el consistorio local atribuyó a la “debilidad de España frente a Marruecos”.
Este tipo de operaciones ha reforzado las críticas hacia la política exterior de Sánchez, acusado de mantener relaciones comerciales con regímenes autoritarios mientras limita la cooperación con aliados tradicionales. Entre 2018 y el primer semestre de 2019, el régimen cubano destinó 2.239.494 euros a comprar material de defensa a España, principalmente para la policía de la isla. Esto incluyó armas de fuego ligeras, rifles automáticos y cañones de ánima lisa, además de una inversión importante en Productos y Tecnología de Doble Uso, como sustancias químicas, microbios, toxinas y equipos de protección y detección.
Las estadísticas del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de España muestran que en 2020, en plena pandemia, Cuba volvió a adquirir armamento español por 1.202.500 euros, una cifra comparable a la inversión en defensa de países con un PIB mucho mayor, como Polonia o Eslovenia. La mayoría del gasto se destinó a materiales energéticos y sustancias relacionadas, incluyendo explosivos, propulsantes, productos pirotécnicos y combustibles, mientras que solo 2.500 euros correspondieron a armas ligeras, que abarcan pistolas, fusiles, ametralladoras y accesorios como silenciadores y visores ópticos.
Sin embargo, a fines de 2022, trascendió que España denegó la venta de material antidisturbios al Minint cubano, operación valorada en 350.000 euros, que incluía 2.500 cartuchos de gases lacrimógenos y 40 artificios de luz, sonido y humo. La decisión se basó en el “respeto de los derechos humanos en el país de destino final” y el escaso cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario, siguiendo el criterio 2 de la Posición Común de la Unión Europea sobre exportaciones de equipos militares, según el informe de la Jimddu correspondiente al primer semestre de 2022.