Gerardo Hernández y su nuevo papelazo: así intenta comparar a Cuba con EE.UU.

Redacción

Parece que a Gerardo Hernández, el exespía convertido en coordinador nacional de los CDR, le encanta meterse en polémicas que acaban volviéndose en su contra. Esta vez, decidió usar sus redes sociales para lanzar un mensaje contra quienes critican al régimen cubano. Como si no tuviera nada más que hacer, el “héroe de la república” compartió un video de personas viviendo bajo un puente en Estados Unidos, concretamente en Oakland, California, para intentar probar que “la Yuma” no es ese paraíso del que muchos hablan.

Con tono irónico, escribió: “Esto no es en el ‘tercer mundo’, sino en Oakland, California, pero los odiadores que se la pasan criticando a la bloqueada Cuba y pintan a ‘la Yuma’ como el paraíso terrenal seguro tienen sus justificaciones…”.

El truco de siempre: mirar afuera para no ver el desastre interno

El problema de Gerardo —y de tantos como él— es que creen que mostrar la pobreza en otro país borra la miseria que se vive dentro de Cuba. Pero los cubanos no necesitan que nadie les cuente cómo están las cosas en la isla: lo viven todos los días.

En Cuba, millones enfrentan un panorama que va mucho más allá de la pobreza: una crisis estructural que no da tregua. Los apagones interminables, la falta de alimentos, la inflación disparada y un sistema de salud colapsado son parte del menú diario. A eso se suma la desesperanza, porque, a diferencia de Estados Unidos, en la isla no hay un camino real para salir adelante.

Pobreza con libertad vs. miseria sin opciones

Mientras en Estados Unidos la pobreza existe —como en cualquier otro país—, también hay oportunidades reales de progreso, asistencia social y, sobre todo, libertad. En Cuba, en cambio, la miseria es política: nace de un sistema que controla, reprime y empobrece.

Basta caminar por barrios habaneros derrumbados, donde familias enteras viven bajo techos a punto de caer, para entender que no se trata solo de “escasez”, sino de décadas de abandono. Esa realidad no se tapa con un video de un puente en Oakland ni con discursos sobre el “bloqueo”.

Un discurso cada vez más desconectado

Con este tipo de publicaciones, Gerardo Hernández demuestra lo lejos que está la élite del poder de la realidad cubana. Su intento de justificar lo injustificable solo deja en evidencia el cinismo de quienes viven cómodamente mientras el pueblo sobrevive como puede.

Comparar a Cuba con Estados Unidos puede servirle para ganar aplausos entre sus seguidores más fieles, pero para el cubano de a pie, que no tiene luz, agua ni comida, ese discurso suena a burla. Porque, al final del día, la diferencia es clara: en la “Yuma” se puede soñar con un futuro mejor; en Cuba, el futuro sigue secuestrado por los mismos de siempre.

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