En Cuba, hasta reclamar electricidad puede salirte caro.
Después de varios días de denuncias y presión en redes sociales, las autoridades del régimen liberaron a dos de los manifestantes detenidos durante las protestas en el poblado de Baire, municipio de Contramaestre, Santiago de Cuba.
Los liberados son Osmani Heredia Delfín y Alexander Acosta, ambos arrestados tras participar en las manifestaciones pacíficas del pasado jueves.
Según los periodistas independientes Yosmany Mayeta Labrada y José Luis Tan Estrada, Heredia salió de la cárcel luego de pagar una multa de 3,000 pesos cubanos, mientras que Acosta fue excarcelado sin que se confirmara si tuvo que pagar también.
“Liberado Osmani Heredia Delfín, con multa de 3,000 pesos. También Alexander Acosta está libre. Faltan los que siguen presos por pensar diferente”, escribió Mayeta en Facebook, dejando claro que la represión en Cuba no ha terminado, solo cambia de cara.
Las liberaciones llegan después de una intensa campaña en redes, donde familiares, vecinos y activistas exigieron el fin de las detenciones arbitrarias tras lo que ya muchos llaman “el cacerolazo de Baire”.
El pueblo, cansado de los apagones, la falta de comida y la miseria cotidiana, salió a la calle a golpear cazuelas y gritar “¡Libertad!” y “¡Abajo Díaz-Canel!”.
Un pueblo al límite
Las protestas comenzaron durante un apagón que duró más de treinta horas, cuando el hartazgo se volvió más fuerte que el miedo.
Videos compartidos en redes mostraron a la gente con linternas, cazuelas y hasta velas, exigiendo lo más básico: electricidad, comida y respeto.
La respuesta del régimen fue la de siempre: cortes de internet, patrullas por las calles y arrestos.
Entre los detenidos estaba el pediatra Erlis Sierra Gómez, quien se convirtió rápidamente en uno de los rostros más visibles del descontento popular.
“Esta no es la manera”: los videos bajo presión
Aunque Heredia y Acosta ya están libres, Erlis Sierra sigue detenido en Santiago de Cuba.
Según denunció Mayeta Labrada, fue obligado por la Seguridad del Estado a grabar un video de “retractación”, claramente leído bajo coacción.
“No hay que ser experto para notar que no habla libremente, sino que lee un guion impuesto”, afirmó el periodista.
La madre del pediatra, Ania Gómez Leiva, también fue arrestada brevemente tras exigir la liberación de su hijo. “Mi hijo no tocó caldero ni agredió a nadie; solo pidió soluciones para el pueblo”, dijo antes de ser liberada.
El activista Lucio Enríquez Nodarse confirmó otro video similar del enfermero Humberto Nieto Sierra, detenido por los mismos motivos.
Según Nodarse, el video fue grabado “bajo amenazas y coacción”, y destacó una frase repetida varias veces por el detenido: “Esta no es la manera.”
“Y justo ahí es donde hay que pensar —escribió Nodarse—, porque esa ‘manera’ que ellos temen es la calle.”
La represión sigue, pero el miedo cambia de bando
El líder opositor José Daniel Ferrer, coordinador de la UNPACU y ahora desterrado, exigió la liberación de todos los arrestados.
“Continúa la persecución contra los manifestantes. Muy necesario apoyar a las familias de los detenidos y perseguidos”, escribió Ferrer.
Según el opositor, las detenciones demuestran “el terror de la tiranía ante un pueblo que ha decidido alzar la voz.”
Pese al silencio mediático dentro de la isla, las redes sociales se han convertido en la única trinchera de denuncia y solidaridad.
Cada publicación, cada video y cada testimonio son una chispa más en un país donde el miedo ya no alcanza para apagar las cazuelas.
“La tiranía tiene miedo, por eso castiga y multa. Pero el pueblo sigue hablando, sigue grabando y sigue denunciando”, escribió Tan Estrada.
Y aunque parezca un pequeño respiro, la liberación de Heredia y Acosta demuestra que cuando la gente se une —aunque sea desde un teléfono— el régimen retrocede, aunque sea un paso.