“Vivimos rodeados de mar, pero no podemos comer camarones”: la dura verdad tras un video viral

Redacción

En Cuba, preparar camarones puede ser tan inalcanzable como comprar un carro. Por eso, cuando una joven identificada como @anita.cubanita64 mostró en TikTok cómo cocinaba este plato por primera vez en su casa, el video se volvió viral en cuestión de horas. Para muchos fue una simple receta, pero para otros, una muestra más de lo que significa sobrevivir en una isla donde comer mariscos se considera “comida de ricos”.

Hacer esto en Cuba es solo para millonarios o para los que trabajan con el gobierno”, dice Anita entre risas y resignación, mientras enseña un paquetico de camarones. “O si tienes familia en Estados Unidos que te mande dinero. Pero te aseguro que el 90% de los cubanos jamás ha comido esto”, agregó.

La joven, que rápidamente se ganó el cariño (y la curiosidad) de miles de usuarios, aclaró que no pertenece a ninguno de esos grupos privilegiados. “Ni soy millonaria, ni tengo familia en el exterior, ni trabajo con el gobierno. Una amiga me quiso complacer y me mandó este paquetico de camarones. Es la primera vez que los cocino en mi casa”, explicó emocionada.

En el video, Anita muestra cada paso: decide prepararlos “con una salsita picante, como me dijeron que se hacían”. Añade azúcar —“porque en Cuba nada se cocina sin azúcar”— y los acompaña con una pizza improvisada. “Así fue como me los comí”, comenta con orgullo, sin imaginar la avalancha de reacciones que vendría después.

Miles de usuarios la llenaron de consejos, felicitaciones y también críticas. Algunos le explicaron cómo mejorar la receta: “Sofríelos con mantequilla hasta que se doren”, “hazlos con crema de leche y quesito por arriba”. Otros, sin embargo, se fijaron en todo menos en la comida. “¿Por qué tienes los cuchillos oxidados pero las uñas al día?”, le preguntó una usuaria. Los defensores de Anita no tardaron en responder: en Cuba, mantener las uñas bonitas es barato… comer mariscos, no tanto.

Pero lo que más impactó fue el precio. Alguien le preguntó cuánto le costaron los camarones, y su respuesta dejó a todos fríos: “Un kilo, como cuatro mil”. Es decir, el equivalente a varios días de salario estatal. En un país donde un pan cuesta hasta 700 pesos, cocinar camarones es literalmente un lujo.

El video no solo desató comentarios sobre gastronomía, sino que también puso sobre la mesa la desigualdad. Paradójicamente, los cubanos viven rodeados de mar, pero no pueden acceder a los productos que este ofrece. Como han denunciado otros creadores, en la isla la langosta y el camarón están restringidos: solo se venden en hoteles o a través de entidades con permiso estatal.

Vivimos en una isla rodeada de agua, pero no podemos comer langosta ni camarones”, repite Anita en otro video viral. Lo dice con humor, pero también con rabia contenida. Y no es para menos: los mariscos que rodean la isla terminan en los platos de turistas o en las exportaciones, mientras el pueblo los ve solo por pantalla.

Esta no es la primera vez que la joven refleja la crisis alimentaria cubana. En otros videos ha mostrado lo que llama su “comida de millonarios”: un arroz frito con bacon, salchichas y vegetales. También ha denunciado que una jaba de pan puede costar 700 pesos, y que la mayoría apenas puede desayunar.

Casos como el suyo abundan en TikTok. Cubanos que muestran su desayuno “de ricos” con aguacate y pan de molde, o su almuerzo especial con un pedazo de carne. Pequeños lujos que, fuera de contexto, parecerían insignificantes, pero que en Cuba se han convertido en símbolos de resistencia y realidad.

El video de Anita ha logrado más que despertar antojos: ha puesto voz a una generación que denuncia la escasez con humor y creatividad, que cocina lo que puede y comparte lo que tiene. Su frase, “Hacer esto en Cuba es para millonarios”, resume una verdad que duele: en una isla rodeada de agua, ni el mar es para todos.

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