Si alguna vez te preguntaste cómo es la comida en una base militar de Estados Unidos, este cubano tiene la respuesta. Pepe Ávalo, quien forma parte del Ejército estadounidense, decidió mostrarle al mundo lo que se sirve en los comedores y cómo los soldados manejan sus comidas día a día.
En su recorrido por el comedor, lo primero que destacó fue la organización y la limpieza del lugar. No importa si son del Ejército, la Marina o la Fuerza Aérea: todos conviven tranquilamente, cada quien con su uniforme, disfrutando de su comida en un ambiente ordenado y cómodo.
La variedad de alimentos es impresionante. Los menús cambian todos los días, así que no hay chance de aburrirse. Desde arroz, vegetales, carnes como lomo o ají relleno, hasta diferentes salsas y aderezos para darle sabor a la jornada. ¡Incluso hay opciones para los más golosos! Yogur, frutas, nueces e incluso helados o dulces para darse un capricho después de un día duro.
Y no podemos olvidar las bebidas: refrescos, jugos y, para los amantes del café, máquinas de espresso listas para preparar un buen capuchino entre turno y turno. Es como un pequeño paraíso para quienes quieren comer bien sin complicarse.
Pero el comedor no es solo un lugar para llenar el estómago. También es un espacio de descanso y socialización, con mesas y bancos donde los soldados pueden charlar y relajarse un rato. Al terminar, todos depositan sus restos y bandejas en las áreas designadas para que sean lavadas, manteniendo así la limpieza impecable que caracteriza estos espacios.
Pepe también explicó cómo funciona el estipendio extra que reciben los militares para alimentación, conocido como Basic Allowance For Subsistence (BAS). Los soldados enlistados reciben unos 465 dólares al mes, mientras que los oficiales reciben alrededor de 320 USD, porque su salario base ya es más alto.
Para quienes viven en las barracas de la base, gran parte de este estipendio se descuenta, ya que tienen garantizadas todas las comidas. En casos especiales, como turnos irregulares o necesidades médicas, se permite recibir el dinero en efectivo para cubrir comidas fuera del comedor.
Por su parte, los soldados que viven fuera de la base, como Pepe, reciben el estipendio completo, lo que les permite gestionar sus propios gastos de comida. Y si te preguntas por los precios dentro del comedor, no hay de qué preocuparse: un almuerzo típico ronda entre 5 y 7 dólares, súper accesible considerando que incluye desayuno, almuerzo y cena garantizados.
Así que la próxima vez que escuches historias de la vida militar en Estados Unidos, recuerda que comer bien y barato está más que asegurado. Y gracias a cubanos como Pepe, ahora tenemos un vistazo real y sin filtros de cómo se vive el día a día… ¡y de paso cómo se come!










