Un choque múltiple ocurrido este miércoles en la zona de Caballo Blanco, municipio San Miguel del Padrón, en La Habana, dejó un saldo de al menos tres personas heridas, según reportó un usuario en el grupo de Facebook “ACCIDENTES BUSES & CAMIONES por más experiencia y menos víctimas”.
El accidente provocó un caos total en el tránsito, obligando a detener la circulación mientras los servicios de emergencia intentaban auxiliar a las víctimas y despejar la vía.
En el siniestro estuvieron involucrados cuatro vehículos: un triciclo, una moto eléctrica, un auto moderno y un viejo Lada, de los que todavía circulan en la capital como reliquias de otro tiempo. Los tres heridos fueron trasladados de urgencia al hospital más cercano y, según testigos, ninguno estaba consciente al momento del traslado.
Los primeros reportes señalan que la colisión fue simultánea entre los vehículos, lo que sugiere un impacto múltiple a gran velocidad en una curva conocida por su peligrosidad.
Vecinos y conductores habituales del área aseguran que la curva de Caballo Blanco “tiene historia”, porque allí los choques son frecuentes. “Esa curva dice clarito 40 kilómetros por hora, pero nadie la respeta. Párense ahí un rato y verán cuántos choferes conscientes hay y cuántos inconscientes”, comentó uno de los internautas, que además criticó el comportamiento de los motoristas.
“Las motos no hay quien las haga coger por la senda derecha —añadió—. Tú les haces luces, les pitas, y nada, se quedan ahí como si la carretera fuera de ellos. Aunque claro, los carros tampoco son santos”. Otro usuario coincidió: “Esa curva siempre ha sido un peligro. La mayoría sale disparada después del semáforo, como si fueran en una pista de carreras”.
Este nuevo accidente ocurre en medio de una situación crítica en las carreteras cubanas, donde los siniestros se han vuelto parte del día a día. Según cifras oficiales, entre enero y agosto de 2025 han muerto 502 personas en accidentes de tránsito, casi el 80 % del total de fallecidos del año anterior, lo que deja claro que la mortalidad vial va en aumento.
La Comisión Nacional de Seguridad Vial reportó además que, en los primeros ocho meses del año, se registraron 5,025 accidentes, con 4,516 heridos, 41 más que en igual periodo de 2024. El año pasado, los accidentes en Cuba sumaron 7,507, con 634 muertos y 6,613 lesionados, cifras que ya eran alarmantes y que el régimen intenta maquillar con el mismo discurso de siempre: culpar a la “indisciplina social” y no a la desastrosa infraestructura del país.
De acuerdo con los propios medios oficialistas, siete de cada diez accidentes dejan víctimas, y los choques entre vehículos siguen siendo los más letales, representando el 36 % de los fallecimientos. Además, cada accidente provocado por exceso de velocidad deja al menos una víctima, y en uno de cada cinco, alguien pierde la vida.
El panorama vial cubano refleja el abandono total del Estado, con carreteras rotas, falta de señalización, alumbrado inexistente y vehículos improvisados que apenas se sostienen en pie. A eso se suma la escasez de combustible, que obliga a los conductores a hacer malabares en la vía, y la ausencia de control efectivo por parte de las autoridades.
Mientras tanto, los accidentes se acumulan y las familias cubanas siguen pagando con sangre las consecuencias de un sistema donde la negligencia y el deterioro se han vuelto la norma. En Caballo Blanco, como en tantas otras esquinas del país, el asfalto sigue siendo testigo del desastre vial que el régimen intenta esconder bajo la alfombra.