El líder opositor José Daniel Ferrer García, fundador de la UNPACU, volvió a dejar claro que su lucha por la libertad de Cuba no se detiene pese al destierro. Desde su cuenta de Facebook, Ferrer lanzó un llamado urgente a organizaciones y personas que apoyan a los presos políticos en la isla, pidiendo una mejor coordinación y distribución de recursos entre los detenidos y sus familias.
“Por la falta de suficiente comunicación, muchas veces se ayuda de manera repetida a algunos presos mientras otros no reciben nada o muy poco”, escribió Ferrer, recordando las decenas de años de represión y torturas que él mismo sufrió en cárceles cubanas. Su objetivo es claro: que la ayuda llegue de manera eficiente y justa, evitando duplicaciones y omisiones que afectan directamente a los más vulnerables.
El líder de la UNPACU subrayó que los presos políticos requieren apoyo político, espiritual y económico, desde alimentos, medicinas y productos de aseo, hasta libros, recargas telefónicas y transporte familiar para visitar las cárceles. “Necesitan saber que no están solos y que su lucha tiene respaldo dentro y fuera de Cuba”, enfatizó.
Esta iniciativa se enmarca dentro de un proyecto más amplio que Ferrer ha comenzado desde su exilio en Estados Unidos. Apenas hace unos días lanzó una red de apoyo económico destinada a canalizar ayudas directas a las familias de los presos políticos, con el respaldo de otros exiliados como el exprisionero Pedro Guerra. “Sin solidaridad real y efectiva, no hay causa que triunfe, por justa que sea”, dijo Ferrer, invitando al exilio a sumarse activamente a la labor.
Desde su llegada a Estados Unidos, Ferrer ha insistido en que su exilio no significa abandonar la resistencia, sino reorganizar y fortalecer la oposición interna. En una entrevista reciente reconoció que la mayor debilidad de la oposición cubana ha sido la falta de cohesión y disciplina, señalando que “tenemos muchos cuarto bate, pero no tenemos equipo”.
Su llamado también busca frenar las divisiones dentro del movimiento por la libertad. Apenas un día antes, Ferrer escribió: “Que me calumnie y difame un agente de la tiranía lo entiendo, pero no quien quiere la libertad de Cuba”, generando un amplio respaldo de activistas y ciudadanos dentro y fuera de la isla, quienes destacaron su trayectoria de más de tres décadas enfrentando al régimen. Muchos recordaron las condiciones inhumanas que sufrió durante más de 12 años de prisión, comparándolo con figuras históricas del independentismo cubano como Céspedes, Maceo o Martí.
Con este mensaje, Ferrer busca reconstruir la unidad y la disciplina dentro de la oposición y establecer un mecanismo concreto de solidaridad coordinada entre el exilio y la resistencia interna, capaz de enfrentar la represión del régimen cubano con organización y recursos.
“Ahora más que nunca necesitamos comunicación, disciplina y solidaridad”, concluye el opositor, reafirmando que su propósito desde el exilio sigue siendo acelerar el momento final de la dictadura.










