Infusiones de hojas de cereza se convierten en el ultimo recurso para el peligroso virus que circula en Cuba ante la falta de medicamentos

Redacción

La desesperación en Cuba ha llegado a tal punto que muchos ciudadanos, ante la escasez de medicinas, se han visto obligados a recurrir a remedios naturales para tratar todo tipo de enfermedades. Lo que antes era una costumbre de los abuelos ahora se ha convertido en la única opción para sobrevivir.

Un video publicado por el activista Ariel Góngora, hermano de la presa política Lisandra Góngora, muestra a dos mujeres que aseguran haber logrado vencer un virus gracias a infusiones de hojas de cereza, ya que en los hospitales no había ni una pastilla disponible.

En el mismo video, Góngora también exhibe la terrible insalubridad del barrio, con calles inundadas, salideros de agua y un ambiente perfecto para los mosquitos y enfermedades infecciosas. Una escena que se repite por toda la isla y que deja en evidencia el abandono total del régimen.

“El problema es que los médicos ya están dejando los hospitales, porque sienten vergüenza de no poder atender a los pacientes. No tienen con qué curar”, denuncia el activista, reflejando la profunda crisis del sistema de salud cubano, que el régimen sigue intentando vender al mundo como una “potencia médica”.

Las hojas de cerezo, conocidas por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y diuréticas, pueden ayudar a aliviar ciertos malestares, pero no sustituyen los medicamentos que el pueblo necesita. Son apenas un parche ante un sistema que colapsó hace rato.

Esta vuelta forzada a la medicina natural es solo otro síntoma de una realidad que duele: en Cuba no hay medicinas, no hay recursos y no hay esperanza, mientras el régimen sigue culpando al “bloqueo” por lo que en realidad es consecuencia directa de su incompetencia y abandono del pueblo.

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