El centro comercial Carlos III, ese que por años fue el corazón del comercio en La Habana, luce hoy como un fantasma. Los pasillos están vacíos, el silencio pesa y las estanterías muestran el rostro más triste de la crisis: el desabastecimiento total.
Un video publicado en TikTok por la usuaria @rossy8972 ha dejado a muchos habaneros con la boca abierta. En las imágenes se ve el emblemático centro casi desierto, con apenas un puñado de trabajadores caminando sin rumbo y uno que otro cliente mirando sin esperanza. Lo que antes era un hervidero de gente, hoy es solo un eco del pasado.
Desde los pisos superiores, la cámara deja ver el deterioro de las instalaciones, el polvo acumulado y los locales cerrados. La galería que alguna vez fue símbolo de “modernidad socialista” parece ahora una ruina comercial. Ni el área gastronómica, que solía estar repleta, se salva del abandono.
Durante años, Carlos III fue el templo de las ventas en MLC, un punto obligado para quienes podían darse el lujo de comprar en divisas. Pero ya ni eso sostiene el negocio. Los estantes vacíos y los precios por las nubes han convertido las compras en un acto de fe más que en una posibilidad real.
Este desolador panorama no es exclusivo de un edificio: es el reflejo de una economía que se desmorona. Los apagones interminables, la inflación que no da tregua y el éxodo masivo de cubanos han dejado a La Habana sin vida, sin comercio y sin esperanza.
Las imágenes del centro comercial se han vuelto virales en redes sociales, sirviendo como un espejo del fracaso del modelo cubano. Un país donde cada día hay menos cosas que comprar y menos bolsillos capaces de hacerlo, mientras el régimen sigue vendiendo el mismo discurso gastado de “resistencia” y “bloqueo”.










