El oriente de Cuba está en máxima alerta por el huracán Melissa, y la Embajada de Estados Unidos en La Habana no ha perdido tiempo en advertir a sus ciudadanos sobre los riesgos inminentes. El comunicado oficial advierte sobre el poder destructivo del fenómeno y la vulnerabilidad de la infraestructura local, algo que podría complicar aún más la respuesta ante la emergencia.
Melissa, clasificado como huracán importante, se encontraba al sur de Jamaica este fin de semana, y se espera que llegue al este cubano entre el martes y miércoles. Según el Centro Nacional de Huracanes, los vientos de esta tormenta superan los 250 km/h, y se anticipan lluvias intensas que podrían generar inundaciones y deslizamientos de tierra, especialmente en áreas con sistemas de drenaje débiles.
La embajada hace énfasis en que incluso antes de su llegada, el riesgo es alto. “Hay un riesgo creciente de tormenta significativa, vientos dañinos y fuertes lluvias”, dice el comunicado. Por eso las autoridades cubanas ya emitieron alertas para las provincias de Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín, y los ciudadanos deben mantenerse atentos a cualquier novedad.
Uno de los puntos que más preocupa a la legación estadounidense es la infraestructura local. El deterioro de la red eléctrica y la limitada capacidad para proveer servicios básicos puede hacer que la respuesta de emergencia sea mucho más lenta. En zonas con riesgo de inundaciones repentinas o deslizamientos, esta fragilidad se vuelve aún más crítica.
Por eso la embajada lanza un mensaje claro: si eres ciudadano estadounidense en Cuba, evalúa la posibilidad de evacuar mientras haya vuelos disponibles. Y si no es posible, prepárate para refugiarte en tu ubicación. La recomendación incluye tener en cuenta la falta de recursos de salud y de emergencia en la región, algo que podría afectar seriamente la seguridad de quienes se queden.
Además, la embajada ofrece consejos prácticos: seguir las instrucciones de las autoridades locales, mantenerse informado a través de canales confiables, verificar el estado de los vuelos, mantener contacto con familiares y amigos, y tener a mano el número de emergencia de la legación: +(53) (7) 839-4100.
Aunque Melissa se dirige principalmente al oriente cubano, los expertos recuerdan que la trayectoria de un huracán puede cambiar rápidamente. Por eso es fundamental monitorear constantemente su evolución y tomar decisiones anticipadas. La Embajada de EE.UU. asegura que continuará brindando asistencia consular y mantendrá activa su línea telefónica de emergencia durante toda la crisis.
En resumen, la combinación de un huracán poderoso y la vulnerabilidad estructural convierte a Melissa en una amenaza seria para el oriente cubano. La clave ahora es la prevención, la información confiable y, sobre todo, actuar con rapidez antes de que la tormenta haga sentir su fuerza.










