Mientras el huracán Melissa, un monstruo de categoría 5, se acerca implacable al oriente cubano, Santiago de Cuba se convierte en un escenario de contrastes sociales que golpea la realidad del cubano de a pie: largas colas frente a tiendas en dólares, precios desorbitados y barrios enteros donde las familias no tienen ni un pedazo de pan ni leche para los niños.
El opositor José Daniel Ferrer García denunció en su Facebook las aglomeraciones frente a los comercios en divisas, donde los santiagueros intentan abastecerse antes de que el ciclón haga estragos. En su publicación mostró una foto que habla por sí sola: un saco de 25 kilos de leche en polvo valorado en 243 dólares, unos 119 000 pesos cubanos al cambio informal.
“Santiago de Cuba: se acerca el huracán Melissa, largas filas, colas… pero solo para quienes tienen dinero. 25 kilos de leche en polvo a 243 USD, 119 000 pesos cubanos, según el cambio informal”, escribió Ferrer, advirtiendo con dureza que quienes no tienen esas sumas no pueden darle leche a sus niños ni a los ancianos de la familia.
Mientras unos corren a pagar en dólares, en el poblado costero de Sigua, al sur de Santiago, la situación es mucho más cruda. Vecinos denuncian que no hay alimentos ni leche para los niños y que las autoridades brillan por su ausencia ante la llegada del huracán. “Estamos a poco tiempo de una catástrofe y el gobierno no da la cara. Nadie ha venido, nadie ha traído nada… estamos desesperados”, contó a Yosmany Mayeta Labrada, periodista independiente que difundió un video con la denuncia en redes.
El abandono institucional también se ve en el municipio Mella, donde, según reportó Mario J. Pentón, el régimen entregó a los mayores de 65 años un “módulo alimenticio” que incluía una cajetilla de cigarros, una lata de sardinas y un paquete de espaguetis. La absurda entrega, presentada como ayuda para enfrentar el huracán, desató burlas y críticas en redes. “Esta es la respuesta a la pregunta de Díaz-Canel sobre qué Estado fallido haría tanto. Las sardinas son solo para mayores de 65 años”, ironizó Pentón.
La desesperación en Santiago no se quedó en palabras. Escenas caóticas se vivieron en la ciudad cuando decenas de personas se lanzaron sobre un camión de picadillo que circulaba por la Avenida Martí, en un espectáculo que testigos describieron como de “canibalismo social”. “Hasta puñaladas hubo. La gente está sin control, con hambre y con miedo al huracán”, relató un vecino. Videos compartidos en redes muestran a familias enteras peleando por un paquete de comida mientras las autoridades permanecían pasivas.
En medio de este panorama, el huracán Melissa avanza con fuerza devastadora. El más reciente parte del INSMET confirma que mantiene vientos máximos sostenidos de 280 km/h, rachas de más de 300 km/h y una presión central de 901 hPa, convirtiéndolo en uno de los ciclones más intensos del Caribe en décadas.
Su trayectoria lo sitúa a 400 kilómetros al suroeste de Santiago de Cuba, con un impacto previsto para la madrugada del miércoles 29 de octubre. Se esperan lluvias torrenciales de hasta 400 milímetros en zonas montañosas y costeras, y marejadas con olas de hasta siete metros. Las autoridades meteorológicas alertan que la madrugada será crítica y llaman a extremar precauciones, especialmente en Granma, Holguín y Santiago de Cuba, donde ya se realizan evacuaciones preventivas.










