El meteorólogo cubano José Rubiera encendió las alarmas este lunes al describir al huracán Melissa como un “gigantesco, monstruoso huracán de categoría 5” que ya está rozando las costas de Jamaica y podría dirigirse con fuerza devastadora hacia el oriente de Cuba.
En su más reciente actualización desde su canal de YouTube, Rubiera advirtió que, tras azotar Jamaica entre la noche y la madrugada, Melissa podría ser arrastrada por una vaguada y tomar rumbo directo hacia el oriente cubano, donde llegaría entre la noche del martes y la madrugada del miércoles con vientos de categoría 4 o 3.
“Es peligrosísimo”, insistió el especialista, dejando claro que el sistema tiene un ojo pequeño, vientos sostenidos de 270 km/h y ráfagas que superan los 300 km/h, con su centro ubicado a unos 200 kilómetros al suroeste de Kingston.
Rubiera calificó a Melissa como un huracán “prácticamente perfecto” por su estructura bien definida: un ojo de 16 kilómetros de diámetro, gran actividad convectiva y una organización impecable que lo consolidó en la madrugada como un monstruo categoría 5.
El meteorólogo explicó que el lento desplazamiento del ciclón sobre Jamaica provocará daños catastróficos en esa isla. Luego, al ser “capturado” por la vaguada, el huracán acelerará su marcha rumbo a las provincias orientales de Cuba, cruzando el territorio entre el martes por la noche y el amanecer del miércoles, antes de salir nuevamente al mar en dirección a las Bahamas, donde podría debilitarse un poco el jueves.
Sobre la trayectoria, Rubiera comentó que los modelos numéricos están muy alineados en su paso por el oriente cubano, en coincidencia con el cono de pronóstico del Centro Nacional de Huracanes (NHC). Sin embargo, recalcó que no se debe “seguir la línea del medio” porque el huracán no es un punto exacto, y un pequeño cambio puede llevar condiciones destructivas más hacia el oeste, incluso hasta Camagüey.
Además, los vientos de tormenta tropical se extienden mucho más allá del ojo, lo que significa que incluso zonas fuera del centro del huracán podrían sufrir graves daños.
Rubiera hizo énfasis en el peligro de las lluvias intensas y las posibles inundaciones, tanto en ciudades como en zonas rurales, así como en los deslizamientos de tierra en áreas montañosas. También advirtió que las bandas del huracán pueden generar rayos y tornados, y que la marejada ciclónica podría provocar una subida peligrosa del nivel del mar y olas violentas que volverán intransitables las costas del oriente cubano.
El meteorólogo explicó que los vientos se intensifican en pisos altos y en zonas elevadas, por lo que recomendó a la población refugiarse en edificaciones sólidas o centros de evacuación seguros. “Hay que prepararse muy bien”, reiteró, pidiendo a los habitantes de las provincias bajo alarma ciclónica terminar los preparativos y priorizar la protección de la vida humana, mientras Jamaica enfrenta desde esta noche el impacto directo del ciclón.
Durante una intervención transmitida por el Noticiero Nacional de Televisión (NTV), Rubiera había insistido en mantener la máxima atención ante el inminente golpe de Melissa, un fenómeno que ya se perfila como uno de los huracanes más intensos de la temporada.
Según los últimos datos del NHC, Melissa alcanza vientos sostenidos de 280 km/h y se encuentra actualmente en la latitud 16.4° norte y longitud 78.0° oeste, a unos 220 kilómetros al suroeste de Kingston (Jamaica) y 515 kilómetros al suroeste de Guantánamo.
Todo indica que el oriente cubano será el próximo en enfrentar la furia de Melissa, en un país donde, más allá del peligro natural, el verdadero desastre es la falta de preparación, la escasez de recursos y el abandono estatal que deja a la gente a su suerte.







