El Cobre, en ruinas tras el huracán Melissa: una víctima mortal y el Santuario de la Virgen gravemente dañado

Redacción

El histórico poblado de El Cobre, en la provincia de Santiago de Cuba, amaneció destrozado tras el paso del huracán Melissa, que dejó una escena de dolor, pérdidas humanas y devastación total en la zona.

El padre Rogelio Dean Puerta, párroco y rector del Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, confirmó este miércoles que una persona mayor perdió la vida durante el impacto del ciclón, mientras decenas de familias quedaron sin hogar. “Aunque los daños materiales son enormes, la vida humana se ha preservado, y hasta el momento solo se conoce una víctima fatal en la zona”, explicó el sacerdote.

El religioso, visiblemente afectado, describió un panorama apocalíptico: viviendas arrasadas, calles bloqueadas por escombros y un santuario —símbolo espiritual de Cuba— herido por la furia del viento. “Desde lo alto del cerro se ve todo El Cobre prácticamente devastado. Solo algunas casas con techo de placa resistieron. La mayoría lo perdió todo”, lamentó.

Un santuario herido y un pueblo de rodillas

El Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, considerado el corazón espiritual de Cuba, sufrió graves daños estructurales. A pesar de los intentos por proteger los vitrales con estructuras de aluminio, la violencia del huracán fue implacable. “El viento tumbó paredes de mampostería, rompió algunos vitrales y el agua entró en varias zonas del templo”, detalló Dean Puerta.

Mientras tanto, los habitantes del poblado enfrentan un panorama crítico, sin electricidad, con postes caídos y gran parte de las viviendas reducidas a ruinas. La iglesia, que una vez más se convierte en refugio para los desesperados, ha activado los mecanismos de Cáritas parroquial para brindar apoyo inmediato.

Estamos dando los primeros auxilios espirituales y materiales. Queremos alimentar a los que más lo necesitan, pero esto será muy difícil sin ayuda”, expresó el párroco, quien aseguró que el pueblo está rezando con fervor, pidiendo a la Virgen por consuelo y fuerza.

Llamado urgente a la solidaridad

El padre Dean Puerta lanzó un llamado desesperado a las diócesis, congregaciones y organizaciones solidarias, dentro y fuera del país. “Vamos a necesitar mucha ayuda para restaurar las casas y el santuario. Pedimos voluntarios que puedan venir en estilo rústico, con sus propios recursos, a trabajar con nosotros. Aquí hace falta de todo”, subrayó.

El clérigo pidió además que no se abandone al oriente cubano, históricamente olvidado por el régimen incluso en las peores tragedias. Mientras el gobierno se limita a repetir consignas vacías, son los propios cubanos —los vecinos, los religiosos y los voluntarios— quienes se levantan entre los escombros para ayudarse unos a otros.

Fe entre los escombros

Desde la Arquidiócesis de Santiago de Cuba se resaltó que, a pesar del desastre, el Santuario sigue siendo “refugio de fe y esperanza para millones de cubanos”, dentro y fuera de la isla. Entre ruinas y rezos, los sacerdotes permanecen junto a la imagen de la Virgen de la Caridad, sosteniendo la oración y el ánimo del pueblo.

El huracán Melissa, con su paso demoledor por el oriente del país, dejó vientos feroces, lluvias torrenciales y marejadas destructivas. Los ríos desbordados y los derrumbes han agravado la crisis en Santiago de Cuba y Holguín, provincias que hoy intentan sobrevivir entre la destrucción y la indiferencia del poder.

En medio del silencio oficial y la censura habitual del régimen, la voz de la Iglesia vuelve a ser una de las pocas que cuenta la verdad: Cuba está de rodillas, pero no vencida. Y en El Cobre, entre lodo y lágrimas, la Virgen sigue siendo el único consuelo que le queda al pueblo.

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