Solo en Cuba pasan cosas así. Un video compartido por el influencer Michelito Dando Chucho volvió a demostrar que cuando se trata de creatividad (y de surrealismo), en la isla se gana por goleada. En el clip, que se hizo viral en Instagram, se ve a una maestra guiando un homenaje a Camilo Cienfuegos en su aula. Hasta ahí todo normal, si no fuera porque el altar improvisado está hecho con… ¡un lavadero de plástico y un avión de juguete!
La escena, que pretendía conmemorar el aniversario 66 de la desaparición de Camilo, fue grabada el 28 de octubre y rápidamente se llenó de comentarios entre la risa, la crítica y la incredulidad. Los niños aparecen depositando flores en el lavadero, donde descansan el avioncito y una foto del “Héroe de Yaguajay”.
🌸 “Por lo menos no cogieron sol”
En los comentarios, el humor cubano no faltó. “Estaba triste, pero este video me hizo doler la cabeza de tanto reír”, escribió una usuaria. Otro comentó con ironía: “Por lo menos no cogieron sol, yo tenía que ir al río a pleno mediodía”.
Aunque muchos se lo tomaron con gracia, otros señalaron que el video evidencia cómo las viejas tradiciones del castrismo se han ido transformando (o desinflando) con los años. Desde 1959, cada 28 de octubre se organizan actos donde los niños lanzan flores al mar para recordar a Camilo. Pero en muchos lugares, sin recursos ni fe, ese ritual termina convertido en una parodia de sí mismo.
✈️ El misterio que nunca se aclaró
Y es que más allá del video, este tipo de homenajes reavivan el eterno debate sobre lo que realmente pasó con Camilo Cienfuegos. Según los libros oficiales, el 28 de octubre de 1959 su avioneta cayó al mar por mal tiempo mientras volaba de Camagüey a La Habana. Pero los registros meteorológicos de ese día mostraban buenas condiciones, y jamás se hallaron restos del avión ni de los tripulantes.
Con el paso del tiempo, muchos —entre ellos el comandante Huber Matos y el periodista Carlos Franqui— aseguraron que su desaparición tuvo motivos políticos. Ambos coincidieron en que Camilo no estaba de acuerdo con el rumbo comunista que empezaba a tomar la Revolución. Matos incluso relató que días antes de ser arrestado, Cienfuegos lo visitó angustiado y le dijo a Fidel: “Hemos metido la pata”.
Tres días antes de desaparecer, Camilo asistió a un acto en el Palacio Presidencial donde Fidel pedía su fusilamiento. No apoyó el discurso, y ese fue su último acto público. Desde entonces, su silencio —y su ausencia— alimentaron más sospechas que certezas.
🧩 Del mito al meme
El historiador Enrique del Risco, exiliado en Estados Unidos, resume la situación sin rodeos: “El mito de Camilo sirvió para reforzar la lealtad a Fidel. Su desaparición se transformó en una herramienta pedagógica, no en un hecho esclarecido.”
Y hoy, más de seis décadas después, ese mito se mantiene… aunque cada vez con menos solemnidad. El video del lavadero con el avión no solo provocó carcajadas: también reabrió el debate sobre la manipulación histórica y la memoria oficial en Cuba.
Porque si algo deja claro esta escena, es que las nuevas generaciones ya no veneran los símbolos del pasado: los reinterpretan con humor, sarcasmo y resignación. Y en un país donde la realidad a veces parece una comedia absurda, tal vez el homenaje más honesto sea ese: reír para no llorar.







